«Además de vuestra acogida, ¿tenéis algo que me ayude a gestionar esto? Estoy flipando», declaraba Dani Martín a través de sus redes sociales después de ver cómo, en apenas 72 horas, había colgado el cartel de «no hay entradas» en los ocho conciertos que compondrán su gira para 2025 -lo que le reportaría unas ganancias de 6.250.000 euros sólo en entradas, a las que luego hay que restarles los gastos de producción, impuestos…-. Nunca antes había ocurrido en la historia de la música en España que un artista consiguiera, en este tiempo récord, la venta de entradas suficientes para llenar el WiZink Center, la sede única de las citas -salvando al Santiago Bernabéu o el Metropolitano-, ocho veces.
La gira, titulada ‘25 p*t*s años’, celebrará el cuarto de siglo de carrera del solista madrileño, desde sus días en El Canto del Loco hasta el presente. Un viaje emocionante a través de su trayectoria musical, por lo que los fans no han tardado en asegurar sus entradas para presenciar lo que promete ser una vuelta a los orígenes del artista. «Jamás en mi vida imaginé todo lo que me ha pasado. Situaciones inexplicables como esta», expresaba el cantante en su perfil de Instagram.
Los números son impresionantes. En apenas 10 minutos, el autor de ‘Zapatillas’ vendió 17.000 entradas para su primer espectáculo. La demanda fue tan abrumadora que el cartel de «sold out» se colgó siete veces en menos de un día (los ocho en dos días), sumando un total de más de 120.000 entradas vendidas para toda la gira. «¿Vosotros estáis locos?», comentaba el cantante al observar la increíble acogida de sus fans.
Madrid, su ciudad natal, lo acogerá una vez más, como no podía ser de otra manera. «Madrid, Madrid, Madrid, te extraño… A veces las cosas son sueños hechos realidad, así lo soñé desde pequeñito, en la ciudad que me vio nacer, para celebrar nuestros 25 p*t*s años. Y se ha hecho realidad, que p*t* vértigo todo esto. Gracias y yo que sé», expresaba el artista.
Las fechas, por el momento programadas, son el 21, 22, 28 y 29 de noviembre, así como el 12, 13, 19 y 20 de diciembre de 2025. «Gracias a mis seguidores por este regalo inesperado y lleno de amor a nuestras canciones: habéis agotado 8 WiZink Center en 72 horas. Estas 8 noches van por vosotros», compartió el artista en sus redes sociales, quien también aprovechó la ocasión para dedicar sus conciertos a aquellos que lo inspiraron a lo largo de su carrera. «Esto va por mis ídolos, mis maestros, personas a las que admiro, por los que me hicieron amar la música, respetarla, cuidarla».
Un regreso a los escenarios que llega después de su breve retiro musical anunciado en 2022. «Sentía la necesidad de tomarme un tiempo para así poder echar de menos lo que más me gusta, y para que también te echen de menos a los que les gusta lo que haces», reveló el año pasado en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Sin embargo, su reaparición en la música llegó hace un par de semanas cuando sorprendió a todos con el lanzamiento de una nueva canción dedicada a la actriz Ester Expósito. Un tema que generó un gran revuelo no sólo por lo que suponía el regreso de uno de los artistas más queridos de la escena musical española, sino por el mensaje de la canción. «Que he visto a Ester Expósito, que no la conozco en persona y me tiene muy loco. La miro a ver si me mira y pasa de todo», reza la letra. Toda una declaración de intenciones.
Estrategia de marketing
Una polémica que, no obstante, esconde una pensada estrategia de marketing. Una forma de generar revuelo antes de anunciar esta serie de conciertos. «Es una chica que está súper de moda, y en marketing nada es casual. Y si eso lo juntas con una vuelta a sus orígenes, bajo el estilo de El canto del loco, pues ahí tienes los resultados», explica a EL ESPAÑOL Carla Luque, especialista en marketing musical y fundadora de TheBeat Hub, un proyecto destinado a potenciar las carreras musicales de artistas.
En esa misma línea apunta Andrés Cabanes, experto en marketing y comunicación musical con más de 20 años de experiencia en la industria, en los cuales ha trabajado mano a mano con artistas como Vetusta Morla o Russian Red. «Cuando nadie lo esperaba, Dani Martín publica un nuevo single, polémico y viral, que hace que los fans se animen y tengan la esperanza de que esté volviendo a la actividad. Además, se caldea el ambiente con toda la polémica que hubo en torno a la canción, despertando el sentimiento de comunidad en torno al artista», dice.
Así, para cuando salen a la venta las entradas, el fan no solo no quiere perdérselo, sino que se «activa» para demostrar que «están de su lado, que lo apoyan más que nunca, y que en cierta medida ‘ganan’ a aquellos otros que han sido críticos con el artista», prosigue Cabanes.
Asimismo, el factor nostalgia también ha tenido mucho que ver. «Con esta gira está de nuevo llamando a la celebración de un espectáculo único, una conmemoración de su trayectoria, que invita a recordar los tiempos en los que buena parte de su público, que ya tiene 40 y 50 años, disfrutó por primera vez de su música cuando eran jóvenes. Es algo parecido a ese formato que se ha comercializado tan bien de festivales basados en la nostalgia de artistas de los 80 y los 90″, apunta el experto.
«Aquí lo complicado era no vender. Tiene mucho mérito lo que ha conseguido con este récord, pero con el background que tiene Dani, y ese factor nostalgia, estaba claro que iba a ser un éxito. La gente quiere volver a sentir lo que sentía cuando escuchaba a El canto del loco», añade Carla Luque.
Otro elemento a tener en cuenta, y que parece determinante para estos expertos, es la elección del recinto. Una apuesta por elegir el WiZink Center que, según aseguran en la nota de prensa de la gira, «viene a confirmar una tendencia internacional de artistas que prefieren la cercanía con sus fans en un recinto que asegure la calidad de sonido y la comodidad, en lugar de los grandes espacios en los que la experiencia del directo se diluye».
Sin embargo, si profundizamos en el porqué de elegir esta sede, debemos tener en cuenta que el WiZink Center no goza de las grandes dimensiones de otros recintos como el Bernabéu. A diferencia de este último, donde caben 84.000 espectadores (65.000 en los conciertos), el que fuera el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid cuenta con tan sólo 17.000 localidades.
«Esta elección le da espectacularidad al logro. No es lo mismo decir que has llenado ocho WiZinks que dos Bernabeus», comenta Luque. «Eso no quita que Dani Martín sea más un tipo de artista intimista, de conexión con su público en un lugar más reducido, y que por eso haya elegido este espacio», señala.
De la misma forma, para Cabanes, la estrategia principal que han seguido Dani Martín y su equipo es «la clásica de llenar varias veces un aforo más pequeño que el que realmente podría hacer». «Podría haber llenado un Metropolitano en horas, como Manu Carrasco. En 2021, Dani hizo ya cinco WiZinks en menos de dos meses, pero genera más comentarios hacer ocho WiZinks, uno detrás de otro», explica el especialista.
Una decisión que, además, «refuerza la idea de que hay que comprar las entradas inmediatamente porque no sabes cuántos conciertos va a hacer. También, cuantas más fechas haya, más veces puede repetir el público más fan», añade.
Otro factor importante, según Cabanes, es la exclusividad. «Se han anunciado estas fechas como únicas en España. Esto quiere decir que si quieres ver en 2025 a Dani Martín tienes que venir a los conciertos de Madrid a verlo. Una vez más, el acontecimiento único que no te puedes perder», dice.
Según los datos, en la gira 2021/22, el artista madrileño dio 44 conciertos (sin contar festivales o galas), congregando a unos 285.000 espectadores, así que en 2025 «se trataría de concentrar la mitad de espectadores en solo ocho fechas (entre 120.000 y 130.000 espectadores). No parece muy descabellado», apunta el experto en marketing musical.
¿Cuánto dinero ganará?
Pero, ¿cuánto le reportará económicamente a Dani Martín lograr este hito? Para ello, en primer lugar, hay que elaborar un cálculo de los ingresos que obtendrá por entrada. En ese sentido, hay que valorar que las entradas oscilan entre 30 y 60 euros —sin contar el 10% de gastos de gestión—, dependiendo de la ubicación. Sin embargo, antes de hacer una media, debemos saber que las entradas de pista, planta cero y las de grada extensible son a 60 euros (las más caras) y suponen 10.500 entradas de las 17.000 en total. Por tanto, estimamos que el precio de entrada medio se sitúe en torno a 50 euros.
De esta forma, si multiplicamos 17.000 por cada uno de los ocho conciertos, nos da un total de 136.000 entradas vendidas. Aunque a esta cifra habría que restarle el número de invitaciones, lo cual nos quedaría en torno a 125.000 entradas adquiridas en total. Eso significa que las ganancias totales, asumiendo que el precio medio por entrada es de 50 euros, son de 6.250.000 euros.
Sin embargo, a esta cifra habría que restarle los diferentes gastos correspondientes, los cuales varían en función de diferentes factores:
En primer lugar, y según la Asociación de Promotoras Musicales (APM), a esta cifra de ingresos habría que restarle el 21% de IVA. Una vez descontado el IVA habría que pagar el 10% a las empresas de gestión de venta de entradas. Además, cerca de un 10% va para la tarifa que los promotores tienen que pagar a la SGAE para proteger los derechos de autor en sus espectáculos.
Por último, hay que contar también en esta facturación todos los gastos en promoción y producción del espectáculo, que suelen representar el 30% de la caja. Aunque, a veces, en este tipo de producciones, se comparten los gastos de montajes (escenario, vallas, sonido y luces) entre distintas producciones. «Si en torno a esas fechas tocan también Leiva o Aitana, por ejemplo, sus promotores pueden negociar con los de Dani Martín para compartir gastos y abaratar costes», señala el experto.
Así, aproximadamente, y teniendo en cuenta todas las variables posibles, el reparto del beneficio bruto del espectáculo –el 71% de la caja– sería de 4.437.500 euros destinados a pagar impuestos, tributos a entidades gestoras, servicios de venta, agencias de marketing y montadores.
Por tanto, en el lado de los beneficios netos nos quedan 1.812.500 euros a repartir en dos únicas partidas. El artista, que se suele llevar un 90% de esta porción, o 1.631.250 euros, y, finalmente, el promotor, que se lleva 181.250 euros, el 10% restante.
«Con lo poco que paga Spotify, con las ventas de discos en físico, que es algo que casi que no existe ya, y los escasos márgenes que te deja el merchandising y las redes sociales… lo más importante está en los conciertos. Por eso, la mayor apuesta estratégica va enfocada a promocionar los directos. Es ahí donde se obtienen los mayores beneficios», sentencia Carla.