Tras los acuerdos con Túnez y Mauritania, la Unión Europea mira ahora hacia Egipto, un país clave en una región tan inestable como es Oriente Próximo, y a quien ofrecerá este domingo un acuerdo de asociación “estratégica y global” regado con unos 7.400 millones de euros para garantizar la estabilidad política y económica del país, asegurar la seguridad y combatir la inmigración ilegal por medio de apoyo al control fronterizo.