Hace unos días, se conocía que la periodista y presentadora de laSexta Noticias Helena Resano pasaba por un bache de salud. Ella misma fue la encargada de comunicar a través de sus redes sociales que se encontraba ingresada en un hospital desde este lunes, compartiendo con sus más de 26.000 seguidores una imagen en la que aparece desenfocada, en la cama del centro hospitalario. Un problema que le ha apartado de su trabajo de forma temporal.

Este mismo viernes, la propia Resano ha querido explicar a través de la columna que escribe en Infolibre qué es lo que le había sucedido. “El domingo, de repente, mi lado izquierdo se durmió, de cintura para abajo”, detallaba la comunicadora. En un primer momento, la navarra pensó que era un pinzamiento, y realizó una serie de ejercicios para mejorar, pero no sirvieron como ella deseaba. Por eso, el lunes fue al hospital.

Pensaba que me darían algo más potente para el pinzamiento, que la pierna despertaría y que tenía que pedir cita cuanto antes con mi fisio. Pero ya no salí. Los discos lumbares no eran los que me estaban paralizando esa parte del cuerpo. La parálisis subía hacia arriba y empezaba a afectar a la otra pierna”, continúa exponiendo la trabajadora de Atresmedia, sobre los momentos complicados a los que se está enfrentando. Hasta el momento, los médicos no han conseguido saber con seguridad qué es lo que le está pasando.

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Así, detalla que su pierna “sin querer despertar”, aunque no ha perdido el ánimo por ello, y sabe que le quedan “muchos bailes que disfrutar y muchas caminatas que hacer”. Y detalla que si se decidió a compartir la foto en el hospital fue porque contaba con “compromisos profesionales que iban más allá de su responsabilidad y que afectaban a más gente”.

La periodista sabe que se han generado muchas noticias por su estado de salud, y agradece a todas las personas que le han mandado un mensaje con sus mejores deseos, así como el trabajo de todos los sanitarios que lle han tratado. Afirma que lo suyo es “un susto”. Seguramente sea un aviso, un recordatorio, de que tengo que tomarme las cosas con más calma, que no soy superwoman, que no tengo por qué llegar a todo. Y que, si no llego, no pasa nada”, reflexiona. “En esos ratos interminables en el tubo de la resonancia me he recordado que había olvidado que lo que más valía, mi salud, la había dejado de lado”, escribe en ese mismo sentido, pues ha comprendido que no importaba nada si “los compromisos de la semana se empezaban a tambalear”.