Esta es la historia de un cuadro, en concreto de una acuarela de Rafael Fernández Caparrós, que esta tarde va a volver al lugar que muestra en sus 56 centímetros por 76
Rafael pasó una tarde por el Gran Casino Pascasio Quilez de Tarazona de La Mancha a tomar un café y desde su silla vio una escena que le pareció interesante reflejar: cuatro hombres jugando al dominó junto a la ventana que da a la gran plaza de la mancha y junto a ellos una mesa vacía que acaba de desocuparse……………206
Este gran acuarelista albaceteña hizo la foto y la acabó plasmando y exponiendo en la capital (en el Centro Cultural de la Asunción), donde alguien muy cercano al mencionado Casino la vio y……205
El final de este relato es que este viernes, el autor acudirá de nuevo el Casino, pero en esta situación para ver cómo su cuadro, una vez adquirido por la centenaria institución, se coloca en ese mismo rincón donde se sigue jugando al dominó.
Cayo Tomás González, presidente del Gran Casino de Tarazona……207
El pintor espera incluso poder conocer a esos cuatro jugadores de dominó que cada tarde esperan ahogar el seis doble de los oponentes
El pueblo de Tarazona de la Mancha está de conmemoración. Su Gran Casino Pascasio Quílez, referente de la vida cultural, social y recreativa de los tarazoneros, cumple este año su primer siglo de vida. El Gran Casino Pascasio Quílez se abrió en 1915 fusionando dos locales que había en la Plaza Mayor de este municipio, que por entonces contaba con varios centros como el actual. Por aquella época, «la gente se reunía en los casinos para pasar un rato de tertulia y de ocio, para hablar y debatir sobre temas sociales y políticos». Lo recuerda Cayo T. González Picazo, maestro y director del colegio público Eduardo Sanchiz de Tarazona de la Mancha y vicepresidente de la Sociedad Recreativa Cultural Gran Casino Pascasio Quílez, quien ha buceado en la historia de este singular casino, razón por la cual va a impartir una conferencia el próximo sábado, día 14.
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Es González Picazo quien relata que el Gran Casino de la localidad es una de las instalaciones más antiguas de Tarazona, veteranía que le ha permitido vivir numerosas vicisitudes, pero también contar con la presencia de variadas personalidades del mundo de la cultura, la literatura, la política, la filosofía…
«Siempre ha sido un referente para Tarazona de la Mancha y para todos los tarazoneros», insiste Cayo González, que no obvia la excelente localización que tiene este Gran Casino, en pleno centro del municipio, Plaza Mayor donde también se encuentra la iglesia de San Bartolomé, el Ayuntamiento y lugar de encuentro y concentraciones de los pucherichos en todas sus fechas claves.
En este primer centenario, el Gran Casino Pascasio Quílez de Tarazona no ha sido ajeno a los acontecimientos históricos que ha vivido esta provincia. Así, como sede de las Brigadas Internacionales durante la guerra civil, el Gran Casino recibió la visita de los republicanos extranjeros que se desplazaron hasta España para luchar contra Franco. Muchos de ellos se instalaron en Tarazona de la Mancha y utilizaron el Gran Casino para sus reuniones.
Denominado Centro Cultural y Gran Casino, no fue hasta 1939 cuando este seña de identidad tarazonera pasó a denominarse Gran Casino José Antonio, nombre que mantuvo hasta el fallecimiento de Pascasio Quílez, alcalde de Tarazona de la Mancha, propietario del local que acogía este centro cultural y hasta su presidente durante muchos años.
Aunque se intentó comprar en varias épocas, no fue hasta 1985 cuando los herederos de Pascasio Quílez decidieron vender el Gran Casino a los socios, que lo adquirieron por 10 millones de las antiguas pesetas.
Insignes invitados. En estos 100 años de existencia, el Gran Casino de Tarazona puede presumir de haber recibido a grandes ilustres de la cultura como Tomás Luceño, escritor madrileño que cultivó los sainetes y se casó con una puchericha. Inmemoriales se convirtieron las visitas de uno de los más famosos hijos adoptivos de Tarazona: el actor Pepe Isbert, quien solía asistir con mucha frecuencia al Gran Casino siempre que se encontraba en el pueblo. «Le gustaba mucho jugar al dominó y, además, impartía conferencias», relata Cayo González.
En la actualidad, el Gran Casino Pascasio Quílez de Tarazona de la Mancha es gestionado por una sociedad recreativa y cultural que cuenta con 430 socios -de ellos, 60 numerarios y el resto colaboradores- que abonan una cuota trimestral de 22 euros, si bien los numerarios, que son los que tienen la propiedad del Gran Casino, son los únicos que pueden traspasar por herencia esa participación y formar parte de una junta rectora, hoy presidida por Francisco Neftali Gómez y compuesta por 10 miembros entre vicepresidencia, tesorería, secretaría y vocalías.
Junta directiva o rectora que a día de hoy se encarga de elaborar las actividades recreativas, actos sociales, homenajes, conferencias y conciertos que se ofrecen en este centro sociocultural, que también brinda un servicio gratuito de prensa compuesto por siete cabeceras de diarios locales y nacionales, deportivos y revistas semanales también deportivas y taurinas. Pero por encima de todo, los juegos suponen la actividad más importante del Gran Casino: «El 90% de los usuarios juegan al dominó, el resto al ajedrez y al billar», explica el vicepresidente de la asociación gestora.
El Gran Casino Pascasio Quílez