«¿Por dónde subimos a la Giralda?» Una y otra vez los turistas que entran en la Catedral de Sevilla preguntan a los trabajadores cuál es el acceso a la emblemática torre de la ciudad. Ahora al Cabildo se le plantea un problema: ¿Cómo restaurar el interior de la torre sin cortar las visitas?
El Cabildo de la Catedral prepara ya la reforma del interior de la Giralda para que tenga lugar «lo antes posible», aunque no depende solo de la Iglesia, sino que implica a varias administraciones. Tras la restauración de sus fachadas, la Iglesia se plantea hacer obras dentro de la torre entre 2025 y 2027. Francisco Román, delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo ha admitido este jueves, en la presentación del nuevo aspecto del monumento, que «una de las preocupaciones grandes» es cómo llevar a cabo estas remodelaciones sin cerrar la Giralda.
La reforma exterior del monumento se ha hecho, en gran medida, gracias a lo recaudado de las visitas a la Catedral, «en las que la Giralda es un elemento importantísimo«, como ha destacado Román. Hoy, al pasar los tornos, lo primero que se encuentran los visitantes de la Catedral es un acceso directo para subir a la torre más emblemática de Sevilla. Se acabaron las preguntas, los turistas comienzan la empinada subida para contemplar una panorámica única de la ciudad. De hecho, el único momento en el que se impide el acceso es cuando se tocan las campanas, pero por motivos de salud y seguridad.
Apertura al público
Lo que hoy nos parece una normalidad no siempre ha sido así. La Giralda no estuvo abierta al público hasta el año 1992, con motivo de la Exposición Universal y desde entonces no ha cerrado. Antes de este momento, los únicos que tenían permitido subir eran los campaneros, aunque los años posteriores al terremoto de Lisboa, en 1755, ni siquiera ellos podían subir por miedo a los desprendimientos.
Fuentes de la Catedral explican a El Correo de Andalucía, del mismo grupo editorial, que siempre se ha intentado trabajar, cuando ha hecho falta, en horas distintas a las visitas. La torre ha sufrido numerosas intervenciones a lo largo de los años, pero la mayoría han sido de pequeño calado, sin embargo, esta nueva reforma será de carácter integral por lo que puede causar más inconvenientes que las anteriores. Incluso cuando se reformó el Giraldillo se colocaron los andamios en el exterior para no afectar al interior del edificio.
«Somos muy conscientes de lo que significaríacerrar la Giralda«, ha reconocido Román. Por ello, desde el Cabildo barajan qué pueden hacer para evitarlo, entre las principales opciones está la de acomodar los trabajos de reforma a los horarios de visita, sin embargo, desde el Cabildo todavía están valorando el punto de vista técnico y los costes que esto podría suponer.