El colegio Pare Manyanet de Sant Andreu de Barcelona se ha querellado por presuntas injurias y calumnias contra los padres de Kira López, la alumna que se suicidó tras un posible caso de acoso escolar, y ha pedido 277.000 euros por los daños causados, según un comunicado este martes.
La querella expone que la familia de la joven ha creado «un sistema de difamación constante contra la comunidad educativa en redes sociales y medios de comunicación basado deliberadamente en mentiras contra la verdad jurídica expresada en múltiples resoluciones judiciales de forma documentada». El motivo de esta querella es «de necesidad para defender el honor y la dignidad de los equipos directivos, docentes y no docentes, pero también de las familias y el alumnado» que forman parte del colegio.
Además, argumentan que «nunca se produjo un caso de bullying contra Kira ni se puede relacionar el suicidio por acción u omisión del centro escolar», y que la justicia se ha pronunciado que no se puede hacer una causa general contra el Manyanet, en sus palabras. «El Manyanet Sant Andreu nunca ha querido entrar en confrontación con la familia, pero, pese a entender y empatizar con su dolor, no se puede aceptar este ataque constante y deliberado basado en mentiras muy graves contra la comunidad educativa», han manifestado en un comunicado.
La reacción de los padres
Por su parte, los padres de Kira han explicado a Europa Press que actualmente tienen dos demandas: una contra el colegio y otra contra un miembro del Pare Manyanet por daños morales, y que las dos están admitidas a trámite. «Sólo les queda esta baza que, como mínimo, les puede dar un titular. Se querellan contra nosotros, dicen que hemos hecho linchamiento, dicen que hemos publicado unos 13.000 tuits supuestamente hacia ellos, pero en la querella sólo aportan 26, y de los 26, 12 no son nuestros, son de otros usuarios de Twitter», sostienen.
Se han mostrado esperanzados en ganar el caso, y recuerdan que la consellera de Eduación de la Generalitat, Anna Simó, y la directora general del Alumnado, Anna Chillida, les dijeron que revisarían el caso de Kira. «Hacer un comunicado diciendo que es falso lo que hemos dicho es muy grave», lamentan los padres, y reiteran que, a nivel penal, la causa quedó sobreseída provisionalmente, pero no archivada, y que tampoco ha habido un juicio porque faltan más pruebas para poder seguir adelante, en sus palabras.
Además, la familia de Kira recuerda que se ha reabierto el caso a nivel de inspección educativa, ya que lo que han demandado los padres es la responsabilidad del centro. «Con esta actuación lo único que consiguen es quedar en evidencia mostrando una vez más la forma que tienen de actuar cuando una familia legítimamente denuncia situaciones de violencia vividas en su centro. Una actitud que en absoluto puede garantizar la seguridad física y moral de los menores a su cargo», lamentan.