A sus 47 años Sandra Darder ha sido sometida a 25 operaciones, le han amputado varios órganos (el útero, un ovario y medio, media vejiga, el apéndice, más de un palmo del intestino delgado) y vive con un dolor crónico, que puede controlar más o menos dos semanas al mes gracias a un tratamiento. Las otras dos semanas del mes, durante la ovulación y la menstruación, no la salvan ni las dos pastillas derivadas de la morfina que toma cada día. El dolor escala hasta el punto de ser inmanejable: «Paso 15 días al mes que no puedo moverme». Sandra, como dos millones de mujeres en toda España, tiene la enfermedad endometriosis.