Hasta 26 niños y niñas fueron identificados por fuerzas policiales como víctimas de trata en España en 2023, un 160% más en solo un año. Si se incluyen las personas adultas, el número total de víctimas asciende a 1.180 personas (un incremento del 31% más). Preocupados por el aumento de llegadas de menores que se está viviendo en los últimos meses, y con el miedo de que «se traduzca también en mayores riesgos para la infancia migrante al caer en posibles redes de trata”, Save the Children pide que la futura ley de trata, anunciada por la ministra de Igualdad Ana Redondo el pasado 8 de marzo, cuente con un «enfoque de infancia».
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) lleva años recordando que los niños y niñas refugiados y migrantes no acompañados constituyen un grupo particularmente vulnerable expuesto a sufrir formas extremas de violencia, trata de seres humanos, abusos físicos, psicológicos y sexuales antes y/o después de su llegada al territorio de la Unión Europea. España, como frontera exterior, ha experimentado un gran aumento de las llegadas de niños y niñas, especialmente en los últimos meses.
En este sentido, Save The Children ha recordado que en los dos últimos años, según datos del Ministerio de Interior, 819 niños y niñas migrantes desaparecieron de los centros de protección sin que se conociera su paradero, y subraya que hay investigaciones que prueban como existen redes de explotación y trata en Europa que se benefician de su alta vulnerabilidad. «La aprobación de la comprometida Ley Integral contra la Trata sentaría las bases para un marco de intervención mínimo común en todo el territorio, de manera que la protección del niño o la niña no dependa de la comunidad en que esté», recalca la especialista de migraciones, Jennifer Zuppiroli, de Save the Children.
En concreto, la organización reclama que esta norma ley incluya medidas específicas de información y asesoramiento para las víctimas de trata de menores de edad tuteladas por las entidades públicas, un procedimiento de identificación específico para niños y niñas, y acciones formativas específicas para los sistemas de protección a la infancia en materia de detección e intervención con dichas víctimas.
La norma que sí recoge este delito ahora es la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), que responde a la necesidad de adecuar la normativa nacional a las diferentes disposiciones al respecto tanto de ámbito internacional, entre las que se destacan, entre otros, el Convenio de Lanzarote para la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual o el Convenio sobre la lucha contra la trata de seres humanos.
Ciudades de paso
Por el momento, Save The Children ya ha puesto en marcha el proyecto Detección Temprana y Protección de Víctimas de Trata en Contextos de Frontera junto a otras seis organizaciones. Su objetivo es proteger y detectar casos de trata de niños, niñas, jóvenes y mujeres menores de 30 años.
Porque la organización recuerda que podrían ser más los casos de los niños y niñas que se encuentran en esta situación pero que no han sido identificados. Así, ha detectado que Irún lleva varios años convertida en una ciudad de tránsito para los cientos de migrantes que pasan la frontera hacia Francia y que está pasando de manera inadvertida cuando se analiza el fenómeno migratorio en España.»Se suele poner el foco en las ciudades o comunidades fronterizas, pero es necesario, además, que nos fijemos en las ciudades de paso, porque es aquí donde se pueden producir situaciones de trata y se vulneren los derechos de la infancia migrante», asegura la especialista de migraciones.
Alrededor del 90% de los migrantes que se mueven por Irún han entrado a España por Canarias. Su objetivo es llegar a Francia, aunque a veces tarden más de lo habitual (24 a 72 horas) en cruzar la frontera por los controles fronterizos franceses. «Esto era lo habitual en los últimos años. Ahora estamos viendo cómo, al reducirse el control policial en la frontera, pasan menos tiempo en Irún. En algunos casos, el mismo día que llegan a la ciudad vasca pasan directamente a Francia», explica Zuppiroli.
Menores de edad en la frontera
En estos primeros meses de 2024, se ha vuelto a recibir un gran número de migrantes en la ciudad vasca: en torno a 70 y 80 personas son atendidas al día por el centro de Hilanderas, el espacio para personas migrantes en tránsito. Esta situación coincide con un alto número de llegadas a Canarias en los primeros meses. En enero, 11.704 personas llegaron a las islas, mientras que en el mismo mes del 2023 el número fue de 1.602.
El equipo de Save the Children ha identificado casos de menores de edad en la frontera, aunque ellos mismos, en su llegada a España, han declarado ser mayores. La experta asegura que es una situación complicada, porque muchos de estos niños se autodeclaran mayores al pensar que así podrán viajar a la península, no quedarse en el sistema de protección español, y continuar con su viaje migratorio, que suele ser Francia. La ONG recuerda que todos los territorios fronterizos son contexto fértil para que se den situaciones de explotación o trata, debido a la vulnerabilidad de los migrantes frente a personas que pueden querer aprovecharse y lucrarse.
Así funciona el proyecto
El proyecto Detección Temprana y Protección de Víctimas de Trata en Contextos de Frontera, que comenzó a andar a finales de 2023, se desarrolla en las fronteras de España (Irún), Francia (Provence-Alpes-Côte d’Azur, París y Nimes) e Italia (Ventimiglia). «Niños y niñas de corta edad llegan a territorio español no acompañados o, en algunos casos, acompañados por adultos que dicen ser sus padres. Y es aquí donde los esfuerzos que se realizan no son suficientes para comprobar una posible situación de trata. La situación es especialmente delicada en aquellas zonas de paso como es Irún (País Vasco). Cada vez que llegue a España un niño o una niña, debe valorarse su interés superior y investigarse adecuadamente indicios de riesgo que pueda presentar y adoptarse medidas de protección eficaces. Además, es necesario evitar situaciones de vulnerabilidad socioeconómica una vez los chicos cumplen la mayoría de edad y deben abandonar el sistema de protección«, indica Zuppiroli. Por el momento ya ha contactado con 303 personas en tránsito, siendo Francia el país con más migrantes registrados. Tanto allí como en Italia la mayoría son mujeres. En cambio, en Irún, han sido jóvenes varones, sobre todo chavales originarios de Guinea, seguido de Mali, Guinea Bissau y de Senegal.