La plataforma china Shein propone cada día hasta 7.100 nuevas piezas de ropa en Francia. La gran mayoría de ellas las vende a precios regalados. Camisetas por 1,50 euros, americanas por menos de 10, vestidos de mujer a 15 euros… Desde la pandemia del covid-19, las empresas de venta en línea de ‘fast-fashion’ como Shein o Temu han irrumpido con fuerza en Europa. Han acentuado el consumo excesivo de ropa, algo muy nocivo para el medioambiente. De la moda rápida impulsada por Zara o H&M a principios de siglo se ha pasado a la ultrarrápida de estas plataformas asiáticas.