Cuando nos toca tomar un medicamento una de las primeras cosas sobre las que indagamos es cómo hay que tomarlo. En ocasiones, el prospecto, indica que hay que tomarlo con la comida, en otros casos se señala que hay que tomarlo en ayunas a primera hora de la mañana o con el estómago vacío, en determinados casos se detalla incluso que hay que evitar ciertos tipos de alimentos concretos y en otros casos se señala que es indiferente tomarlo con o sin alimentos. ¿Por qué? Siempre hay un motivo detrás.