Joe Biden han dado su apoyo militar y político a Israeldesde que Binyamín Netanyahu la guerra en Gaza lanzó tras los ataques de Hamás del 7 de octubre. La brecha entre los dos gobiernos, no obstante, se acrecienta conforme se agrava la tragedia en Gaza, con más de 30.000 muertos y una dramática crisis humanitaria y también conforme crecen las divisiones internas entre los demócratas en Estados Unidos y la presión y protesta contra el presidente, en año electoral. La última muestra de ese alejamiento, y una de las más significativas, ha llegado este jueves, cuando el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, ha denunciado en un discurso en la cámara a Netanyahu como un “obstáculo” para la paz y ha urgido a que Israel celebre elecciones.
“Creo que, en su corazón, su mayor prioridad es la seguridad de Israel pero también creo que ha perdido el rumbo al permitir que su supervivencia política importe más que los intereses de Israel”, ha dicho Schumer, que ha atribuido a Netanyahu una “visión de gobierno anclada en el pasado” y le ha señalado en particular por su coalición con “extremistas de ultraderecha”, entre los que ha señalado específicamente y con detalle a los ministros de Finanzas e Interior, Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir.
Schumer no es un político demócrata cualquiera. El neoyorquino es judío, ocupa la tercera posición de más poder tras la presidencia y la vicepresidencia y ha sido un aliado tradicional de Israel. Y su intervención debe ser señal preocupante para Netanyahu de que la frustración en Washington está en ebullución.
Críticas personales
La intervención de Schumer ha durado 45 minutos. En ella ha vuelto a defender a Israel, a cuestionar duramente a los líderes palestinos, a incluir a Mahmoud Abbás en su lista de cuatro obstáculos para la paz y a denunciar supuestos problemas de “percepción” sobre la responsabilidad de las muertes en Gaza (que ha dicho que no se atribuyen lo suficiente a acciones de Hamás como el uso de túneles y escudos humanos). Pero no es esa la parte del discurso que levantará ampollas en Tel Aviv.
Schumer ha cuestionado a Netanyahu por haber estado “demasiado dispuesto de tolerar la muerte de civiles en Gaza”. Ha recordado que con ello “está llevando el apoyo a Israel en el mundo a mínimos históricos”. Y ha subrayado: “Israel no puede sobrevivir si se convierte en un (estado) paria”.
Nuevas elecciones
Defendiendo la solución de dos estados como la única viable, Schumer ha dicho que ha llegado la hora de elecciones. “En este crítico punto de inflexión, creo que una elección es la única manera de permitir un proceso de toma de decisiones sobre el futuro de Israel sano y abierto, en un momento en que tantos israelíes han perdido la confianza en la visión y dirección de su gobierno”, ha declarado. “Lo importante es que se de a los israelís opción de elegir. Tiene que haber un renovado debate sobre el futuro de Israel tras el 7 de octubre”.
Aunque ha asegurado que Washington no tiene intención de interferir en esas elecciones, el demócrata ha dicho también que si la coalición de Ntanyahu se mantiene en el poder “a EEUU no le quedará más opción que jugar un papel más activo en dar forma a la política israelí”.