Los comités de empresa de Renfe y Adif amenazaron la semana pasada con la convocatoria de una huelga en ambas empresas públicas, al considerar que el Gobierno no estaba cumpliendo con sus compromisos en el traspaso de Rodalies a la Generalitat, pactado en noviembre entre el PSOE y ERC a cambio del apoyo de los siete diputados republicanos a la investidura de Pedro Sánchez. Ante el riesgo de reactivación del conflicto laboral, el Ministerio de Transportes y la Conselleria de Territori han decidido crear este jueves un nuevo grupo de trabajo para “reforzar la participación de los trabajadores de estas dos compañías”.
En el encuentro, celebrado en Madrid y adelantado por EL PERIÓDICO, han participado la secretaria general de Transporte Terrestre del Ministerio, Marta Serrano, y el secretario de secretario de Mobilitat i Infraestructures de la Generalitat, Marc Sanglas.
El malestar de los sindicatos con el traspaso de Rodalies viene de lejos. El pasado noviembre, las centrales desconvocaron una huelga que iba a tener lugar el día 23 de ese mes, después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, pactara con los comités de Renfe y Adif que las plantillas de ambas empresas se mantendrían íntegras, así como el compromiso de que los sindicatos participarán en las mesas de negociación sobre la transferencia del servicio ferroviario.
Ante el peligro de que el choque vuelva a tomar forma, el Gobierno y la Generalitat han decidido mover ficha para atajarlo. El nuevo grupo de trabajo “estará compuesto por los representantes de las organizaciones sindicales con representación en los Comités Generales de Empresa de Adif y Renfe, de las propias empresas, del Ministerio y de la Generalitat”, explican en Transportes. Sus funciones, entre otras, serán “definir el marco laboral y retributivo de aplicación a los trabajadores que pasen a Rodalies” y “gestionar y definir los acuerdos de prestación de servicios”.