Un adolescente ruso no puede acceder libremente a Instagram o Tiktok. Para esos ratos muertos los rusos no pueden mirar la última serie popular en Netflix u otros servicios de ‘streaming’. Si se quiere un relato alternativo al oficial, cada vez es más complicado, pues medios que trabajan en diferentes idiomas como la BBC o la alemana Deutsche Welle no se pueden consultar desde el país euroasiático. Aunque la mayor parte de los bloqueos responden a un intento de las autoridades rusas de limitar el acceso a información comprometida, también hay compañías que optaron por dejar de prestar sus servicios al mercado ruso desde el inicio de la ofensiva en Ucrania. En total, más de 100.000 sitios web han sido bloqueados en Rusia desde aquel 24 de febrero de 2022.