Canarias y sus ciudadanos se juegan en Madrid mucho más que en las propias Islas. Será en la capital donde la consejera de Hacienda, Matilde Asián, tratará de convencer al Gobierno central de la conveniencia –y la justicia– de exceptuar al Archipiélago del corsé de la regla de gasto, lo que le daría al Ejecutivo de la región un margen presupuestario que los isleños se han ganado a pulso tras muchos años de control de la deuda y el déficit públicos. Será también en Madrid donde el Gabinete presidido por Fernando Clavijo deberá pelear por que la condonación de deuda que Pedro Sánchez les ha prometido a los independentistas catalanes se lleve a cabo en Canarias en las mismas condiciones y cuantía. Y, sobre todas las cosas, será en Madrid donde habrá que batirse el cobre para que la Comunidad Autónoma no salga mal parada de la reforma del sistema de financiación, la cuestión más trascendental para el futuro a corto y medio plazo del Archipiélago y que, sin embargo, ha pasado casi de puntillas por el Debate sobre el estado de la nacionalidad. En cualquier caso, y sabedores de que se avecinan retos mayúsculos, tanto los partidos que sostienen el Ejecutivo como el mismo presidente se afanaron este miércoles, en la segunda jornada del gran debate parlamentario anual, por granjearse el apoyo de los grupos de la oposición en esas grandes cuestiones transversales y fundamentales para las Islas. Lo dijo Clavijo, lo dijo José Miguel Barragán, lo dijo el portavoz de la Agrupación Herreña de Independientes (AHI), Raúl Acosta, y lo dijo –casi lo gritó– el ya histórico Casimiro Curbelo: «Necesitamos a la oposición, a todos, para afrontar lo que viene por delante». Una afirmación que cobró más relevancia si cabe tras la renuncia de Pedro Sánchez a elaborar unos nuevos presupuestos del Estado para 2024.