Comenzamos con una noticia de última hora. El Parlamento catalán ha tumbado los presupuestos. Los comunes no querían aceptarlos y que ese proyecto quedase más aguado de lo que estaba y ahora hay incertidumbre, se baraja la posibilidad de un adelanto electoral en Cataluña.
La escritora Ana Iris Simón ya no está tan de moda como cuando le cantó las cuarenta a Sánchez en Moncloa, pero sigue diciendo verdades como puños: España no es un país para jóvenes.
Apareció la pareja de Ayuso y se hizo el barro, todo se ha convertido en un lodazal.
Feijóo ha seguido con su tesis de que la X del «caso Koldo» es Sánchez sin que haya pruebas. Lo que ha hecho el PP para responder a la denuncia contra el novio de Ayuso ha sido denunciar a Sánchez ante la Oficina de Conflictos de Intereses por no ausentarse del Consejo de Ministros que rescató a Air Europa, aunque su mujer tenía relación con la empresa. Sánchez ha pedido la dimisión de Ayuso hasta tres veces.
Y dicho ser víctima de una persecución de los poderes del Estado. Ha acusado a la Vicepresidenta Montero de filtrar información, ayer ella estaba contando cuánto había cobrado. Ayuso ha dicho que su novio ha dicho no debe 350.000 euros a Hacienda es hacienda la que le debe 600.000 a su novio.
Tendrá que acreditar que la denuncia que ha hecho Hacienda no tiene fundamento. Hay informaciones que dicen que pagó lo que debía a Hacienda tan pronto como Hacienda le pasó la información a la Fiscalía. Es la explicación que tendrá que darla si quiere. Ayuso no ha explicado por qué le deben 600.000 euros.
Lo de Koldo es una presunta trama de corrupción, lo de Ayuso es un presunto fraude fiscal de su novio, que le afecta si acaso como un problema de ejemplaridad.