Visita simbólica al inicio de las obras del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mutxamel. Simbólica porque las obras comenzaron hace semanas, tal como el alcalde del municipio, Rafael García Berenguer, se encargó de difundir hace más de un mes cuando los operarios comenzaron a trabajar en la parcela. Fue el 8 de febrero cuando apareció en el perfil de Facebook del primer edil las imágenes que esta mañana se han ratificado como una realidad, ya pública a la vista de todos.
La ubicación donde se levantará el nuevo puesto, que dará servicio tanto a Mutxamel como a la localidad vecina de Sant Joan, se sitúa en la avenida de Alicante 34, muy cerca de donde se encuentra esa línea imaginaria que separa los términos municipales de ambas ciudades. El inmueble ha sido presentado en un acto al que no ha faltado la plana mayor de la Benemérita, capitaneada por su director general, Leonardo Marcos. También ha asistido la flor y nata de la clase política de las dos ciudades, representadas por unas comitivas que han estado encabezadas por sus alcaldes, Rafael García Berenguer y Santi Román respectivamente, ambos del Partido Popular.
Se inaugurará en verano de 2025
La nueva infraestructura será una realidad en 15 meses, tal y como adelantó INFORMACIÓN cuando se hizo eco del inicio de los trabajos de acondicionamiento que se estaban ejecutando en la zona. La presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE) ha sido la encargada de confirmar ese plazo en una intervención en la que ha aprovechado para prometer que «en el verano de 2025 estaremos aquí para inaugurar la obra».
El puesto sustituirá al acuartelamiento de Sant Joan, que desde hace tiempo presenta algunas deficiencias, tal como ha denunciado en el pasado la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que alertó por última vez en junio de 2023 de los desprendimientos, goteras y humedades que presenta un complejo centenario. La antigüedad del edificio han sido uno de los motivos que ha impulsado el proyecto del nuevo acuartelamiento, cuya puesta en marcha supone saldar «una deuda histórica de Mutxamel con la Guardia Civil y del Ministerio con ambas poblaciones».
Así lo considera García Berenguer, que quiso también acordarse de Francisco Cebrián Cabezas, José Luis Jiménez Vargas y Víctor Manuel Puertas Viera, las tres personas que fueron asesinadas en un atentado perpetrado por ETA en 1991 y que a la postre marcaría el fin del antiguo cuartel del cuerpo. Más de 30 años después de aquella tragedia, la Guardia Civil volverá a tener una casa en el municipio. Y de hecho, será literalmente así, ya que el conjunto de edificios que se plantea para este emplazamiento estará compuesto por las dependencias oficiales y por otro inmueble quen será «de uso exclusivamente residencial», tal como reza el documento oficial del proyecto.
Este bloque estará formado por 20 viviendas, 12 de 3 dormitorios, y 8 de 2