España se ha convertido en uno de los países más generosos de la OCDE en cuanto a los permisos de paternidad. Desde el 2021 se sitúa en 16 semanas, igual que el permiso de maternidad. Además, la ley exige que las primeras seis semanas sean obligatorias e intransferibles. Las siguientes diez semanas, y durante el primer año de vida del bebé, sí se permite fraccionar el tiempo, alternándose con períodos de reincorporación al trabajo, con el objetivo de conseguir la igualdad de género en el mercado de trabajo y en los cuidados a menores. Sin embargo, tan solo la mitad de los padres (el 52%) fracciona su baja, mientras que la otra mitad la hace coincidir plenamente con la de la madre, lo que dificultaría la corresponsabilidad, según el estudio ¿Qué sabemos sobre el uso de los permisos de paternidad en España?, que han elaborado investigadores de EsadeEcPol.