Estados Unidos ha celebrado este martes la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, y la formación de unas autoridades de transición en el marco de la oleada de violencia en el país caribeño por la actividad de las bandas armadas.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha señalado en rueda de prensa que este paso «allana el camino para una transición pacífica del poder, la continuidad de la gobernanza y un plan de acción centrado en seguridad a corto plazo».
Esto incluye el despliegue de una misión internacional de apoyo a la seguridad y una ‘hoja de ruta’ hacia unas «elecciones justas». «Felicitamos al primer ministro Henry por su habilidad política al poner a su país en primer lugar y aceptar dimitir», ha resaltado, agregando que su decisión llega en un momento «crítico».
Miller también ha destacado, preguntado por la respuesta de las pandillas ante esta decisión, que su rechazo «refuerza» la urgencia de desplegar la citada misión: «Son los líderes de las pandillas los que prosperan en el caos que hemos visto desarrollarse en Haití», ha resaltado.
Asimismo, el portavoz del Departamento de Estado ha señalado que esperan que los miembros del Consejo de Transición sean designados en los próximos dos días. «No puedo fijar un cronograma para el nombramiento de un primer ministro interino, excepto decir que esperamos que suceda en un futuro cercano», ha indicado.
Sus palabras se producen después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, haya viajado a Jamaica para asistir a una reunión de alto nivel sobre Haití para abordar la actual crisis humanitaria en el país. Estados Unidos ha anunciado 33 millones de dólares (30,2 millones de euros) en asistencia, así como otros 100 millones de dólares adicionales (91,5 millones de euros).
A la reunión acudieron el mandatario de Guyana y presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irfaan Ali, así como el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, y su homóloga de Barbados, Mia Mottley, en un encuentro que contó con el apoyo de Brasil, Canadá, Francia, México y también Estados Unidos.
La nueva ola de violencia que vive Haití, que se ha cebado con los aeropuertos en un momento en el que el jefe de Gobierno se encontraba de visita oficial a Kenia, obligó al Ejecutivo a declarar el estado de emergencia y un toque de queda tras una fuga masiva de presos de las dos principales cárceles de la capital, Puerto Príncipe.
Uno de los grandes líderes criminales del país, Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, lanzó un órdago al primer ministro, a quien amenazó con sumir al país en una «guerra civil» si no presentaba su dimisión en medio de un escenario de caos absoluto dado el dominio de las bandas sobre Puerto Príncipe y alrededores, consolidado tras el magnicidio en 2021 del presidente Jovenel Moise.
Henry llegó al poder en julio de 2021, dos días antes del asesinato de Moise, por lo que no llegó a ser investido en el cargo. En un discurso antes de asumir la jefatura del Gobierno haitiano, pidió unidad política y un gabinete de consenso, si bien no hay un calendario electoral acordado, lo que ha generado indignación entre la población.