Estados Unidos ha celebrado este martes la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, y la formación de unas autoridades de transición en el marco de la oleada de violencia en el país caribeño por la actividad de las bandas armadas.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha señalado en rueda de prensa que este paso «allana el camino para una transición pacífica del poder, la continuidad de la gobernanza y un plan de acción centrado en seguridad a corto plazo».

Esto incluye el despliegue de una misión internacional de apoyo a la seguridad y una ‘hoja de ruta’ hacia unas «elecciones justas». «Felicitamos al primer ministro Henry por su habilidad política al poner a su país en primer lugar y aceptar dimitir», ha resaltado, agregando que su decisión llega en un momento «crítico».

Miller también ha destacado, preguntado por la respuesta de las pandillas ante esta decisión, que su rechazo «refuerza» la urgencia de desplegar la citada misión: «Son los líderes de las pandillas los que prosperan en el caos que hemos visto desarrollarse en Haití», ha resaltado.

Asimismo, el portavoz del Departamento de Estado ha señalado que esperan que los miembros del Consejo de Transición sean designados en los próximos dos días. «No puedo fijar un cronograma para el nombramiento de un primer ministro interino, excepto decir que esperamos que suceda en un futuro cercano», ha indicado.

Sus palabras se producen después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, haya viajado a Jamaica para asistir a una reunión de alto nivel sobre Haití para abordar la actual crisis humanitaria en el país. Estados Unidos ha anunciado 33 millones de dólares (30,2 millones de euros) en asistencia, así como otros 100 millones de dólares adicionales (91,5 millones de euros).