El padre de Genís, Selvi Clua Feliu jugó como central en el Nàstic de Tarragona en la década de los 90. Su hijo Selvi Clua Oya, hermano de Genís Clua, juega en el Juvenil A del Girona y Míchel lo hizo debutar con 19 años con el primer equipo gerundense contra el Getafe. La familia de Genís no puede ser, por tanto, más futbolera. Genís, de 15 años, juega en la cantera del Barça desde el curso 2018-19. Fue fichado del Nàstic y desde entonces ha jugado tres años en el fútbol-7 y esta es su tercera campaña en el fútbol-11 blaugrana.
La posición natural de Genís es la de interior creativo pero siempre ha alternado esta demarcación con la de falso 9. Su escaso físico no impide que luzca su enorme talento. Genís es un jugador técnicamente perfecto que se asocia con una naturalidad sorprendente. Centrocampista con alma de delantero sus cifras goleadoras son sorprendentes.
Cifras potentes
Sin ser titular fijo con el Cadete B en 20 partidos (13 como titular) ha anotado 10 goles. No hay ningún delantero del equipo de David Sánchez que supere sus cifras. El único que las iguala es Isma Ziani que también ha marcado 10 tantos.
El futbolista de origen marroquí no podrá mejorar estas cifras porque ha sufrido una lesión en el menisco que le mantendrá fuera de los terrenos de juego las próximas semanas. Sin Isma, Genís tiene más opciones de consolidarse como el falso 9 del equipo. El entrenador del Cadete B también ha probado a Ebrima como referencia arriba pero el gambiano se encuentra más cómodo arranca desde el centro del campo.
Crecimiento tardío
Genís, además de su pedigrí como futbolista por la relación de su padre y hermano con el mundo del fútbol, es un chico muy serio y centrado que disfruta de la oportunidad de ser canterano del Barça con alegría y humildad. Su crecimiento físico tardío le ha mantenido alejado de los focos. Otros compañeros de generación generan más expectativas pero su trabajo discreto ya empieza a dar sus frutos.
Los técnicos de La Masia que lo conocen alucinan con la clase con la que controla el balón y el instinto que tiene para moverse cerca del área. Le llamaban MotoGP no por su velocidad en carrera sino por lo rápido que ejecuta todas las acciones cerca del área.
Creen que cuando experimente el cambio físico su explosión puede ser primorosa. Acaba de cumplir 15 años pero todavía tiene un cuerpo más cercano a un infantil que cadete algo que le permite seguir trabajando para mejorar sus recursos futbolísticos. Antes de jugar en el Barça actuaba en el Reus como su compañero Sergi Mayans o Junior, futbolista que ahora milita en el Real Madrid.
Familia futbolera
Su padre fue central, su hermano es un prometedor pivote, pero Genís quiere seguir su camino. ¿Se consolidará como falso 9 o se ganará la vida jugando de centrocampista? Solo el tiempo lo dirá pero, de momento, Genís aprende del maestro David Sánchez como antes lo ha hecho de otros grandes formadores como Albert Puig o Pau Moral.
Su fútbol es puro Barça. Clase, técnica e instinto matador. Un tarraconense que quiere hacer carrera en can Barça.