El intestino tiene un papel protagonista en el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, impactando en el bienestar tanto físico como emocional. La microbiota intestinal, conjunto de microorganismos que pueblan nuestro colon, es la responsable de ese diálogo entre nuestro cerebro e intestino. La microbiota es un conjunto de bacterias, virus, hongos, levaduras… adaptado a vivir en el tracto digestivo, sobre todo en el intestino grueso. Su influencia es fundamental para la salud global de nuestro cuerpo y mente. Sin embargo, solo un 25% de los españoles sabe explicar qué es la microbiota y qué son los probióticos.
La alimentación es clave para cuidar de estos microorganismos que viven en nuestro sistema digestivo, pero también influye el ejercicio físico, la exposición a la luz natural, el entorno en el que nos envolvemos y el momento vital de cada persona. La microbiota es considerada un órgano más, aunque el hecho de no ser tangible, provoca que en muchas ocasiones no se tenga en cuenta su cuidado. Para cuidar el equilibrio de la microbiota intestinal, los alimentos que contienen probióticos juegan un papel importante. Los probióticos son microorganismos vivos que consumidos en cantidad y viabilidad suficiente pueden tener un efecto positivo sobre la microbiota intestinal. Las leches fermentadas con probióticos como las bifidobacterias y los prebióticos ayudan a equilibrar la microbiota intestinal y esto se traduce en una mejor salud global y emocional. Activia de Danone, es una leche fermentada con probióticos naturales que han demostrado científicamente su efecto en el equilibrio de la microbiota intestinal, aportando mayor diversidad de probióticos.
Para hablar sobre el efecto que tienen estos microorganismos en el bienestar general y sobre el eje intestino cerebro, EL PERIÓDICO organizó una mesa redonda que contó con la participación del Dr. Francisco Guarner, Consultor de gastroenterología del centro médico Teknon y presidente de SIAMPyP; la Dra. Amanda Rodríguez, psiquiatra del H. U. Vall d’Hebron; Mareva Gillioz, dietista integrativa y coach emocional y Antonio Torres, nutricionista y responsable de salud de Activia. Los cuatro ponentes fueron moderados por Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO.
Eje intestino-cerebro
Según Rodríguez, la microbiota “es un segundo cerebro de verdad, debemos pensar que el 90% de la serotonina se encuentra en el sistema gastrointestinal. En psiquiatría, por ejemplo, vemos que el sistema digestivo tiene un impacto en el cerebro realmente sorprendente. Se ha demostrado que en personas con depresión, puede mejorar su estado cambiando su alimentación”. La comprensión del concepto de salud global es esencial para tener un impacto positivo en todos los aspectos de la vida. Comer sano y a la vez tener un ambiente tóxico no ayudará a seguir mejorando la salud global, todo debe ir en sintonía.
«Una microbiota intestinal buena tiene que ser diversa, para digerir bien los alimentos»
La alimentación es clave, según Gillioz. Los microorganismos que alberga nuestra microbiota son aliados para tener una buena salud. Es importante que en nuestra alimentación diaria se incluyan alimentos que proporcionen probióticos, como son las leches fermentadas y otros alimentos fermentados. Otra ayuda para nuestra microbiota es consumir alimentos ricos en fibra, ya que contienen prebióticos que serán el alimento para las bacterias de nuestros intestinos. Otro consejo que dio Gillioz, fue el de cocinar para uno mismo y recuperar la cocina que se hacia antes. El simple hecho de ver como mejora la sintomatología, “debería servir para empoderar al paciente y al consumidor a que coma mejor”. Los expertos coincidieron en que autocuidarse y observarse es positivo para empezar a notar un cambio a nivel físico, mental, emocional y social.
«Es increíble como un cambio de alimentación puede influir en el bienestar general y en el estado de ánimo»
Entrenar la microbiota
Guarner recalcó que una microbiota intestinal buena debe ser diversa. Cada grupo de bacterias tiene una función concreta, por eso, cuanto más diversa sean las bacterias que alberga nuestra microbiota, este órgano mejor realizará sus funciones. Un aspecto importante a tener en cuenta y que recalcaron algunos de los expertos es el hecho de digerir correctamente los alimentos. Afirmaron que en el momento en el que se deja de consumir un alimento, durante tiempo, las bacterias dejan de alimentarse y se reduce su presencia en la microbiota intestinal. Cuando se introduce de nuevo el alimento, debido a la falta de bacterias que se alimentaban de sus nutrientes, se da una mala digestión del mismo.
El poner orden es clave para equilibrar el cuerpo y conseguir una buena salud a todos los niveles. Las actividades diarias influyen a la hora de modular la microbiota, ya sea para bien o para mal. Los expertos coincidieron en que el estado de ánimo o la forma en como se empieza el día, está directamente relacionado con el estado gastrointestinal de la persona.
Activia es una leche fermentada que contiene millones de probióticos naturales que llegan vivos a la microbiota intestinal en la cantidad suficiente para ampliar la diversidad y la riqueza de microorganismos. La diversidad en la microbiota ayuda a digerir mejor los alimentos. “Activia ayuda a hacer más diversa tu microbiota intestinal, ya que es la única leche fermentada que ha demostrado que sus probióticos llegan vivos hasta este órgano. Esto es gracias al gran conocimiento de Danone con más de 30 años de investigación en fermentos y cuenta con una colección propia de cepas exclusivas.
«Recuperar la tradiciones culinarias naturales mejorará nuestra salud, tanto digestiva como psicológica»
La alimentación
“Debemos cuidar la alimentación para mejorar nuestro bienestar”. Tanto yo como mis bacterias, somos lo que comemos”, iniciaba Gillioz. La nutrición influye directamente en el estado de la microbiota intestinal que, a la vez, es la que modula el aspecto físico y emocional de cada persona. “Para mejorar nuestra alimentación, es recomendable volver a lo natural y recuperar las recetas y los menús de la abuela, en la que predominen los alimentos de proximidad. Tanto el estilo de vida como la alimentación debe ser ordenada. Es clave apostar por ingredientes que tengan funciones antiinflamatorias”, apuntaba. Por otro lado, Gillioz señaló que “también es muy importante consumir habitualmente alimentos fermentados, que mantengan sus bacterias buenas vivas, como las leches fermentadas, el kéfir, los yogures, o incluso el chucrut, entre otros”. Todos estos alimentos pueden servir para recuperar la diversidad de la microbiota intestinal porque contienen probióticos vivos. Es importante destacar que se ha demostrado científicamente que estos probióticos tienen que llegar vivos a la microbiota intestinal para poder hacerla más diversa. A nivel de recomendación, no se debe empezar una dieta rica en fibra de golpe, sino paulatinamente para no provocar desequilibrio en los microorganismos que forman parte de la microbiota intestinal.
«Activia es el único que ha demostrado que sus probióticos naturales llegan vivos a la microbiota»
Según Torres, la microbiota, aun siendo la mayor desconocida, “tiene un gran poder”. “Tenemos tantas bacterias como cinco mil veces la población de la Tierra y, aunque no las veamos, trabajan para nosotros y a cambio, nosotros las acogemos en nuestros intestinos y las alimentamos con la fibra de los alimentos que comemos. Por ello, Activia es una leche fermentada que contiene cinco microorganismos entre los cuales se encuentran los dos fermentos propios de un yogur tradicional, pero además las bifidobacterias exclusivas de Activia”, añadía.
Danone, con su gama Activia aporta mayor diversidad de microorganismos y, con ello, se ayuda al equilibrio de la microbiota intestinal. Es una forma de entrenar a la microbiota porque los probióticos que contiene nuestro producto llegan vivos a intestino”. Según los expertos, se recomiendan cinco raciones de vegetales al día para una correcta dieta, pero teniendo en cuenta que se necesita una microbiota intestinal diversa para ello. Desde Danone apuntan que es esencial el consumo diario de probióticos y Activia es el alimento que nos ayuda en ello.
Guarner añadió que tener las bacterias adecuadas es clave para tolerar y digerir correctamente algunos alimentos, especialmente aquellos de origen vegetal que suelen ser ricos en fibra. En esta línea, Rodríguez decía: “Debemos adaptar la nutrición en función de nuestro momento vital. Para algunas publicaciones científicas, la dieta mediterránea influye positivamente en la salud mental”.
Para finalizar, Torres, desde Danone, quiso apuntar que “hacemos campañas de televisión con demos visuales para mostrar cómo los probióticos de Activia llegan vivos a la microbiota, participamos en foros y hacemos didáctico sobre la microbiota intestinal a los consumidores”. Reconocen que hay mucho trabajo por hacer, pero actualmente “para el 73% de los españoles, la vía preferente de consumo de probióticos es la leche fermentada”, lo cual representa una oportunidad. Como retos de futuro, Torres distingue entre dos: “hacer frente al limitado conocimiento sobre el poder de la microbiota y buscar formas creativas para explicar el poder que tiene este órgano en el cuerpo humano”.