El conductor del autobús accidentado este lunes en Esplugues (Barcelona) había comunicado a la central que se encontraba mal pocos minutos antes de caer al agujero: «Desde el centro de control le recomendamos que parara, pero la comunicación se cortó justo después de decirle que le enviábamos una ambulancia«. Así lo explica a El Periódico de Cataluña, del mismo grupo editorial, Eduardo Migallón, delegado sindical de Rosanbus, la empresa que gestiona la línea L10 de autobús interurbano, a la que pertenecía el vehículo que cayó en un agujero.