Nuevo alarde de fuerza del mercado de la segunda mano en plena ola de sensibilización medioambiental y crisis inflacionista. Humana Fundación Pueblo para Pueblo termina 2023 con récord de clientes, ventas e ingresos a raíz de su actividad. De acuerdo con un comunicado difundido este martes, la cadena catalana de tiendas de ropa previamente utilizada ha atendido a 1,2 millones de clientes este año pasado, un 10% más que el anterior; ha comerciado en torno a 3 millones de piezas de ropa, un volumen otro 13% mayor al de 2022; y, en este caso según el medio especializado ‘Modaes’, ha ingresado 28 millones de euros con todo ello, un incremento del 19% en relación con el ejercicio previo.
«Este registro ratifica el auge del sector de la moda reutilizada, cuyos factores de crecimiento son un aumento de la demanda, un cambio de valores impulsado por la mayor conciencia ambiental, el gradual redescubrimiento de nuevas experiencias de compra y los precios asequibles, todo esto en un contexto de inflación», apunta en el texto la cadena, que se presenta como el primer operador de tiendas de moda de segunda mano en Cataluña con 22 establecimientos en la comunidad (51, en el conjunto de España).
«Los resultados de 2023 han puesto de manifiesto la confianza en el modelo de gestión de Humana basado en la mejora de la experiencia de compra, una amplia oferta de moda de segunda mano en continua rotación y el talento de los equipos que participan en la gestión del textil», puntualiza el director de proyectos y relaciones externas de Humana, Rafael Mas.
Este responsable remonta a 2015 el origen del crecimiento palpable del sector, un avance que solo frenó el confinamiento y el cierre temporal de los comercios en 2020, y que se recuperó con fuerza a partir del año siguiente. Con todo, 2023 ha sido el año de mayor acelerón, sostiene la empresa en este comunicado.
Cambio de mentalidad y nuevas generaciones
Esto parece evidenciar que el contexto macroeconómico (fuertemente marcado por una inflación que lleva casi 40 meses al alza y un encarecimiento sostenido de la mayoría de productos y servicios) ha sido un elemento clave, pero desde Humana señalan con más ahínco, si cabe, el cambio de mentalidad, los intereses de las nuevas generaciones y la preocupación medioambiental.
«La ropa de segunda mano se posiciona como la primera opción para un número creciente de consumidores. Es el mejor indicativo de que la moda reutilizada se ha sacado de encima prejuicios como el de que es ropa para pobres«, analiza Mas, quien también saca pecho de que Catalunya se esté impregnando de la consciencia del consumidor de países como Inglaterra o Alemania. «La ropa de segunda mano se ve cada vez más como una alternativa sostenible y de prestigio», añade.
«Especialmente significativa –remata– es la respuesta de las nuevas generaciones, como la Z: están convencidas porque es moda original y sostenible. Tienen menos poder adquisitivo y al mismo tiempo apuestan por el menor impacto posible en el consumo», concluye.