Aragón es la quinta comunidad autónoma de España en la que más se paga de IRPF para rentas que van desde los 30.000 a los 45.000 euros, las rentas medias, mientras que está también entre las seis que más gravan a las que superan los 300.000. Son algunas de las conclusiones que ha arrojado el último estudio Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2024, elaborado por el Consejo General de Economistas y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).
La comunidad aragonesa, que empezó a aplicar sus primeras deducciones en 2023, no está todavía entre los territorios que menos presión fiscal ejerce sobre este tramo de las rentas medias en España, y en este tramo entre 30.000 y 45.000 euros se paga 4.882,84 euros. Solo le superan Cataluña, donde se impone un pago de 5.039,55 euros, Asturias (4.954,46), Castilla-La Mancha (4.928,7) y Baleares (4.913,26). La diferencia es de casi 300 euros con la comunidad que menos cobra por este tributo que grava los rendimientos del trabajo. Se trata de la Comunidad de Madrid, donde se pagan 4.600,52 euros en este mismo tramo.
Son los datos que arroja este tramo de 30.000 euros de ingresos anuales, para un contribuyente soltero con rentas del trabajo, menor de 65 años y sin hijos. En las comunidades forales vascas, estos mismos supuestos pagan 4.547,52 euros. En Euskadi es donde menor carga soportan.
En el análisis por tramos del IRPF va oscilando la posición de Aragón entre la novena comunidad que más cobra y la cuarta en España. En el caso de las rentas de 45.000 a 70.000, la comunidad ocupa el puesto número 9, cobrando 9.372,29 euros al contribuyente, siendo Cataluña la que más cobra con 9688,59 euros, o sea 316 euros de diferencia, y Madrid la que menos con 8.886,31, es decir casi 500 menos que en Aragón.
A partir de 70.000 euros anuales, Aragón es la séptima comunidad donde más IRPF se paga en España, con 18.861,97 euros, mientras que a los que superan 110.000 se les cobra 37.448,67 y supone ser la cuarta en el país, solo superada por Canarias, Extremadura y la Comunidad Valenciana, esta última con un pago de 38.741,55, más de 1.300 euros de diferencia. En el otro extremo está Madrid, que con 35.181,65 euros de pago es la que menos grava a las rentas altas, con una diferencia de más de 2.000 euros con respecto a Aragón.
Por encima de esos ingresos, Aragón es la sexta comunidad que más grava a las rentas de más de 220.000 euros (90.120,34 euros de factura anual), y la quinta que más grava a los que superan los 300.000, 400.000 y 600.000 euros anuales, con un pago que va desde los 128.520,34 a los 278.407,04 euros.
Once comunidades con rebajas
En total ya son 11 las comunidades que han rebajado sus tarifas del IRPF para paliar los efectos de la inflación. En 2024 se han sumado a esa tendencia Balears, Cantabria, La Rioja, Navarra y el País Vasco. Muchas comunidades regulan deducciones, en general con poco coste recaudatorio porque se suelen circunscribir a contribuyentes con circunstancias muy concretas y, normalmente, con rentas bajas.
El presidente del Consejo Genmeral de Economistas, Valentí Pich, ha criticado la profusión legislativa y modificaciones que «complican la vida al gente» y provoca pleitos en los tribunales, a la vez que ha reclamado la reforma del sistema de financiación autonómica. El presidente del REAF, Agustín Fernández, ha alertado de que el modelo de financiación «se encuentra en una situación de agotamiento». También ha explicado que el impuesto a las grandes fortunas ha provocado que varias comunidades hayan ajustado sus estrategias fiscales en el impuesto del patrimonio para proteger su parte de recaudación».
Los economistas denuncian que «la calidad normativa de las comunidades es deficiente». En este senntido advierten de que se establecen muchos beneficios fiscales «de compleja comprobación y de escasa relevancia para los contribuyentes». Muchos de los incentivos «son nominativos y ersultan poco efectivos, soportan un alto coste administrativo para su verificación son de escasa recaudación y es discutible que alcancen los objegtivos por los que son creados». En el estudio se destaca que los impuestos propios de las autonomías suponen apenas el 2,2% de los ingresos tributarios de 2022, a pesar de que con respecto a 2021 se recaudó el 10,9% más.