Medios locales rusos que citan fuentes propias aseguran que el Kremlin ha cesado al jefe de la Armada rusa, Nikolai Yevménov. Le sustituye Alexandr Moiséyev, quién dirigía hasta hace poco la Flota del Norte de Rusia. Yevménov fue el máximo representante de la Armada desde 2019 y aún figura su nombre al mando de esta en la web oficial de Ministerio de Defensa de Rusia.
El Gobierno ruso no ha comentado oficialmente este movimiento. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no ha querido dar detalles: «Hay decretos con el sello de secreto y no puedo comentarlos», comentó Peskov en su rueda de prensa telefónica diaria. Él mismo añadió que «no ha habido decretos abiertos al respecto que deban ser publicados». Si se confirma oficialmente es el despido más importante desde el del jefe de las Fuerzas Aéreas Serguéi Surovikin.
Batallas navales
Con misiles y drones navales y aéreos de fabricación propia, Ucrania ha logrado destruir desde el comienzo de la guerra un tercio de los buques de la Flota del mar Negro, que tanto daño le causó en los primeros meses de hostilidades. Uno de los casos más sonados por el golpe en la moral rusa fue el del acorazado ‘Moskva’, que se hundió en abril de 2022. A pesar de que Kiev se apuntó el tanto, Rusia oficialmente aseguró que el hundimiento fue por culpa de una tormenta.
Kiev destruyó el pasado febrero el buque de desembarco ruso ‘Caesar Kúnikov’ y la corbeta portamisiles ‘Ivanovets’ cerca de las costas de la anexionada península de Crimea, y a principios de marzo también hundió la corbeta ‘Serguéi Kótov’. Por ese motivo, los buques rusos –algunos de los cuales fueron trasladados el pasado año desde Crimea a puertos en la Rusia continental– no se adentran desde hace días en el mar Negro.
No es la primera vez que el Kremlin cesa a un alto cargo militar desde que empezó la guerra con Ucrania en 2022. El primero de alto rango fue Igor Osipov, que fue destituido en agosto del 2022. En ese momento fue el militar de más importancia despojado de su cargo. Cerca de un año más tarde, hubo un caso mucho más sonado, el de Serguéi Surovikin, el apodado «general Armaggedon», que fue cesado al mando del frente rusoucraniano tras la rebelión del grupo de mercenarios Wagner contra el Ministerio de Defensa. Tiempo después se le ha visto en Argelia, ejerciendo de asesor militar a las fuerzas armadas locales.