Uno de los grandes retos de la economía asturiana es aumentar el tamaño de las empresas, inferior a la media nacional en un país compuesto en su práctica totalidad por pymes. Existe un dato muy revelador de esa magnitud: más de la mitad de las compañías de la región (en concreto, el 54,1%) no tienen asalariados, y casi un 42% tienen sólo entre uno y nueve trabajadores. Así lo refleja un análisis elaborado por la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) a partir del Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE), donde están excluidas las actividades agrarias y pesqueras, así como los servicios domésticos.