Rubén Villalba, el agente de la Guardia Civil destinado en Venezuela y que fue detenido en el marco del ‘caso Koldo’, llevaba encima un total de 1.724 billetes de diferentes tipos por un valor total de 4.835 dólares al ser sorprendido el pasado 3 de marzo en el Aeropuerto de Madrid-Barajas.
Así se desprende de un atestado, al que ha tenido acceso Europa Press, en el que la Unidad Central Operativa (UCO) detalla que le fueron incautados 43 billetes de 10 dólares, 631 de 5 dólares, 200 de 2 dólares y hasta 850 billetes por valor de 1 dólar. Tras ser detenido, el agente -al que se investiga por cohecho y organización criminal– se negó a prestar declaración y pidió que los hechos fuesen comunicados a un superior suyo en el Instituto Armado.
La Guardia Civil registró su domicilio en Benamejí (Córdoba) un día después de ser detenido y el registro, que duró casi dos horas, terminó «sin a priori ningún resultado de interés para esta causa». En concreto, solo encontraron en una de las habitaciones 900 euros en billetes dentro de un armario y no intervinieron nada.
El Instituto Armado destaca la «vinculación directa, personal y permanente en el tiempo» de Villalba con Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos y uno de los principales investigado de la presunta trama. Los agentes dejan claro que «resulta de interés» esa relación «porque ‘a priori’ Koldo habría sido alertado de la existencia de una investigación sobre su persona por fuentes provenientes del cuerpo».
Además, según detallan los investigadores, Koldo aseguraba que Villalba «le habría abierto un par de puertas en Venezuela», el último destino del agente antes de su detención.
El informe detalla que el agente «habría recibido pagos en metálico de manera recurrente procedentes» del presunto conseguidor de la trama, el presidente del Zamora C.F. Víctor de Aldama. «De hecho, se han localizado mensajes donde (De Aldama) refiere que Rubén (Villalba) percibiría 2.000 euros de manera mensual», apunta.
Una «línea de comunicación segura»
En esta línea, los agentes señalan que Villalba «velaría por los intereses del entorno» de De Aldama cuando éste se refirió a él como «nuestra gente». «Así como de Koldo cuando éste le comenta a Rubén: ‘Eres nuestro'», añaden. Entre otras cosas, Villalba habría «proporcionado» a De Aldama «una línea de comunicación segura».
La Guardia Civil encontró evidencias sobre los pagos que habría recibido después de analizar el teléfono de los investigados. En mayo de 2021 De Aldama, en una conversación con el también investigado Ignacio Díaz Tapia, aludía a una serie de gastos bajo el concepto «1000 R». Los agentes sostienen que ‘R’ no sería otro que el propio agente detenido.
Más adelante, en noviembre de ese año, De Aldama le comentó a César Moreno –también imputado– que no se olvidase «de sacar los 3,6» que necesitaba para «Piedad y R». Dos días más tarde, explica el oficio, el agente «habría acudido a la oficina» de De Aldama.
En una conversación de febrero de 2022, De Aldama lanzó una petición a Moreno. «Si puedes hacer lo que puse yo del barco, que son 1.500 y lo de R para la semana que viene», le solicitó, lo que llevó a Moreno a preguntar por la cuantía. «Lo de R 2, lo de todos los meses», le explicó el empresario.
«Analizadas distintas conversaciones de WhatsApp se confirma que De Aldama y Rubén habrían quedado el 23 de febrero de 2022, coincidiendo con la fecha en que De Aldama tenía preparados los 2.000 euros en efectivo para ‘R'», explica el oficio.
Los agentes llaman la atención además sobre el hecho de que, ese mismo mes, Villalba habría realizado para De Aldama una gestión «en B», en concreto haciendo llegar dinero en efectivo a Koldo García.