El nexo de unión maternofilial empieza a generarse desde el primer contacto lactante. Varios estudios evidencian la importancia de dar el pecho al menor más allá de sus beneficios nutritivos. No solo tiene una función protectora que evita infecciones y problemas en el bebé sino que genera un vínculo afectivo directo con la madre. Pero, en este sentido, no todas las madres están en igualdad de condiciones.