La ministra Ana Redondo, desde que recogió la cartera de Igualdad, ha mencionado en varias ocasiones que el abolicionismo está en su agenda. «La prostitución es una forma de violencia, y nos declaramos abiertamente abolicionistas. Anhelamos una sociedad donde las mujeres y niñas no sean prostituidas. Queremos construir una sociedad donde los cuerpos de las mujeres y niñas no sean objetos de consumo», aseguraba en la última Comisión de Igualdad del Senado, remarcando, además, que la trata no puede desligarse de la prostitución por entender que son «dos caras de la misma moneda». Por eso, subrayó como «imprescindible» penalizar la demanda de prostitución y perseguir cualquier forma de proxenetismo.