Jürgen Klopp y Pep Guardiola se abrazaron de forma sentida cuando Michael Oliver, el colegiado, pitó el final del partido del año de la Premier. Un empate a uno resolvió el duelo entre el Liverpool y el Manchester City en Anfield, los equipos de los dos entrenadores que más han marcado el fútbol inglés en los últimos ocho años. Cómo no podía ser de otra manera, fue un encuentro de altas pulsaciones, vertiginoso y cargado de intensidad. Un espectáculo apabullante para cerrar, presumiblemente, una era en la mejor liga del mundo.
El partido se anticipó con gran fanfarria como el último cara a cara entre Klopp y Guardiola después de ocho años de enfrentamientos a fuego candente. «La máquina de la diversión versus el genio torturado», según un columnista de The Guardian. Aún pueden reencontrarse en la FA Cup. Pero desde luego su rivalidad ha proporcionado un sinfín de duelos tácticos que han elevado y dotado de brillo a la Premier. Klopp se va y con él parece irse una etapa del fútbol inglés. Duelos sin animadversión, porque el respeto entre ambos entrenadores siempre ha prevalecido.
Tras el empate de este domingo, el balance entre los dos técnicos, que ya se medían en Alemania (uno en el Bayern de Múnich y el otro en el Borussia Dortmund) se cierra con 11 victorias para Klopp, 10 para Guardiola y 9 empates. El empate beneficia al Arsenal, líder igualado a puntos con el Liverpool. El City queda un punto por detrás.
Sutileza de De Bruyne
El gol del City, que se adelantó en el marcador, tuvo la sutileza de Kevin de Bruyne al saque del córner, la ayuda de Ake realizando un bloqueo a MacAllister, la picardía de John Stones por ver el hueco en el área pequeña y la dejadez del Liverpool, que desatendió el primer palo. No había nadie ahí cubriendo el poste, como mandan los cánones. Extraño.
El ritmo fue todo lo trepidante que se anticipaba, de intercambio de golpes, aunque al descanso se llegó con la impresión de que el City poseía más recursos. De Bruyne galvanizaba las acciones con más intención, particularmente a la carrera. Hubo pasajes en que el cansancio debió contagiarse al espectador, de tanta intensidad. El descontrol se acentuó y se impuso al orden. Un encuentro despeinado.
La segunda parte empezó como activada por una turbina. Nada más reanudarse el juego, una entrega blandengue de Ake a su portero se resolvió con penalti sobre Darwin Núñez. Un desastre de jugada para el City. MacAllister empató y encima Ederson se lesionó. En el partido del año, dos porteros suplentes: el irlandés Kelleher para los de Anfield, el alemán Stefan Ortega para los del City.
Un Liverpool estimulado
Esta fructífera puesta en escena estimuló a lo grande al Liverpool, que puso a sonar los tambores y lanzó comandos contra el área del equipo de Guardiola. El colombiano Luis Díaz tuvo en el punto de mira a Ortega en tres ocasiones, pero las desperdició por falta de puntería o de rapidez de ejecución. También Darwin Núñez constató que Ortega comparecía rodado y con las manos firmes. Foden se encontró a su vez con un par de situaciones para abatir al Liverpool. No estuvo preciso.
De hecho, esa fue una de las características en el juego de este domingo del City, la ausencia de finura en el pase, producto de la percusión del Liverpool, al que no se le notaron las importantes bajas con que se presentó a la cita.
Guardiola trató de recomponer el orden con dos sustituciones, una de las cuales causó perplejidad. Puso en el campo a Kovacic y Doku por Julián Álvarez y, sorpresa, De Bruyne. El belga pareció contrariado. Al técnico catalán se le vio en el banquillo ofreciendo explicaciones a la estrella del equipo, al que se le notó disconforme con el desarrollo del encuentro.
En el tramo final, Doku estrelló un disparo cruzado al palo y Salah, inmediatamente después, forzó las articulaciones del portero del City. Al Liverpool se le vio más cerca del triunfo. El VAR pudo haber decantado el partido con un posible penalti en el último minuto en favor de los locales. «Fue nuestra mejor actuación contra el City, nunca antes les habíamos dominado tanto. Fuimos muy valientes. Qué partido, qué actuación, qué ambiente…», se admiró Klopp.
Tablas en el epílogo de un cara a cara para los anales. Quién sabe si el futuro deparará alguno más.
Liverpool: Kelleher; Gomez, Van Dijk, Quansah, Bradley ( Robertson, m. 60); Endo, MacAllister, Szoboszlai (Salah, m. 60); Elliot, Díaz y Núñez (Gapko, m. 75).
Manchester City: Ederson (Ortega, m. 55); Walker, Stones, Akanji, Aké; Rodri, De Bruyne (Kovacic, m. 68), Bernardo; Álvarez (Doku, m. 68), Foden y Haaland.
Goles: 0-1, Stones (m. 22), 1-1, Mac Allister (m. 50)