En las últimas semanas, se ha registrado un notable aumento en los avistamientos de osos pardos en las regiones del norte de España, particularmente en Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León. Esta presencia incrementada ha suscitado preocupación entre los residentes locales y los excursionistas, advirtiendo sobre la necesidad de estar preparados para posibles encuentros con estos majestuosos animales salvajes.

Con una población estimada de alrededor de 280 osos pardos en la cordillera Cantábrica, estas criaturas se han convertido en una parte integral del ecosistema de montaña en estas regiones. Sin embargo, su creciente presencia plantea desafíos para la coexistencia segura entre humanos y vida silvestre.