Hace mucho tiempo que no leía a Paul Auster. Y no sé por qué. Quizá porque cada etapa de nuestras vidas requiere cosas diferentes; pero, el otro día, mi librera me mostró Baumgartner (2024) como novedad editorial y, sin pensarlo, como que me dio buen pálpito y me la llevé a casa. Eso sí, como comentaba con un amigo poco después, la iba a leer ese fin de semana sin ningún tipo de prejuicio, ni grandes expectativas, en beneficio de la felicidad lectora.