Es una forma sencilla y barata de deshacerse de un problema que ocurre con frecuencia en nuestros hogares: la cal. Puede ser más o menos visible, pero una vez que se ha depositado en el cromado de nuestros grifos, les quita el brillo natural que caracteriza a los grifos de acero inoxidable.
Esto se debe a que el agua, día tras día, libera pequeñas partículas de cal que se combinan para formar una pátina blanquecina, en el mejor de los casos. ¿Y lo peor? Se cristalizan alrededor del grifo y resultan muy difíciles de eliminar. Para evitar la acumulación de cal, hay que secar los grifos después de cada uso, lo cual es casi imposible de hacer, sobre todo cuando hay varias personas en casa.
Existen infinidad de productos específicos en el mercado, pero todos contienen más o menos agentes químicos que actúan sobre la cal y la desintegran. Todo esto, sin embargo, acaba suponiendo una carga no solo para los gastos de una familia, sino también para el planeta, que se ve inundado de productos nocivos para el medio ambiente. De hecho, podemos utilizar productos que, bien colocados y dejados actuar, consiguen el mismo resultado.
¿Por qué envolver un grifo doméstico con una bolsa?
Los grifos y las duchas son los más propensos a obstruirse debido a la cal, que también dificulta el paso del agua. Una forma rápida y sencilla de deshacerse de este problema es utilizar una bolsa de plástico muy corriente y unos cuantos ingredientes que todo el mundo tiene en su cocina: vinagre de vino blanco y bicarbonato de sodio.
Empezamos abriendo una bolsa de plástico bastante resistente, en la que vertemos dos vasos de vinagre de vino blanco y 4/5 cucharadas de bicarbonato de sodio.
Desde el principio, los dos productos desencadenarán una reacción efervescente. Ya estamos listos para fijar la bolsa de plástico al grifo, de modo que su filtro quede completamente sumergido en la solución.
Lo ideal, para que el efecto sea más eficaz, es que permanezca sumergida toda la noche, pero puedes probar a dejarla unas horas.
Una vez transcurrido el tiempo y retirada la bolsa, utiliza un cepillo de dientes viejo para empezar a fregar el grifo y todas sus partes. Así eliminarás los pequeños trozos de cal que aún no se hayan disuelto. Una vez abierto el grifo para que salga el agua, se eliminará más cal y el grifo volverá a brillar.
El vinagre es un ingrediente perfecto para eliminar las capas de cal y, dadas sus propiedades, también se utiliza como desincrustante para lavadoras y lavavajillas. Para este método, también podemos utilizar ácido cítrico, otro potente desincrustante natural. En este caso, la bolsa de plástico contendrá 2 vasos de agua y 5 cucharadas de ácido cítrico.
Una cucharada de bicarbonato de sodio hará que esta solución sea aún más eficaz. Sigue el mismo procedimiento anterior y deja actuar. Al día siguiente, una vez retirada la bolsa, tus grifos volverán a estar relucientes. El ácido cítrico también puede utilizarse en la limpieza sanitaria por sus propiedades blanqueadoras.