Si el 2023 fue un año dorado para Tamara Falcó, 2024 no va muy desencaminado: hace tan solo unos días que la hija de Isabel Preysler confirmó en ‘El Hormiguero’ lo que ella y media España está esperando, y es que se quede embarazada.
Desde que el 8 de julio de 2023, Tamara Falcó sle diera el «sí, quiero» a Íñigo Onieva en una ceremonia que siguió a una sonada ruptura y una discreta reconciliación, la vida de la pareja ha estado bajo la lupa de la atención pública: desde su romance hasta la reciente revelación de detalles inesperados sobre su vida matrimonial.
Tras la luna de miel y unas vacaciones, la pareja regresó a Madrid y se vio obligada a instalarse temporalmente en la casa de Isabel Preysler, madre de Tamara. El motivo: el ático que habían adquirido aún no estaba completamente terminado. Sin embargo, lo que parecía una situación temporal se ha revelado como algo más permanente.
Tamara Falcó confiesa que sigue en casa de su madre
En una reciente entrevista, Tamara Falcó desveló sorprendentes detalles sobre su residencia actual. Aunque oficialmente se mudaron a su nuevo ático en octubre, parece que la hija de la famosa Isabel Preysler nunca abandonó por completo el nido materno. «En realidad, nunca me fui de casa de mamá», confesó Falcó, arrojando luz sobre la dinámica peculiar que comparte con su madre.
El ático, ubicado en la exclusiva urbanización Puerta del Hierro, fue sometido a una remodelación que demandó meses de trabajo. Desde la piedra hasta la cocina con electrodomésticos de última generación, cada detalle fue meticulosamente planeado para lograr la perfección. La vivienda resultante es un amplio ático con una espectacular terraza, que la pareja utiliza como un muro verde para preservar su privacidad.
La relación cercana entre Tamara Falcó y su madre, Isabel Preysler, es evidente no solo en su elección de vivienda, sino también en la proximidad geográfica. Desde la terraza de Tamara, se puede divisar la calle donde reside Isabel Preysler. «Tenemos el mismo código postal y me hace muchísima ilusión estar tan cerca», compartió la marquesa de Griñón.
A pesar de esta conexión constante con la casa materna, Tamara Falcó asegura que ella y su esposo, Íñigo Onieva, están «supercontentos» con su nueva residencia. La socialité enfatiza la satisfacción que le brinda tener su propio hogar, algo que confiesa «nunca pensó que pudiera dar tanta satisfacción».
Lo que no se aclara en la entrevista es si Tamara Falcó ha dicho «adiós» a Íñigo y este se ha quedado en la casa del matrimonio mientras ella se va a la de su madre: las especulaciones no parecen tan disparatadas después de la extraña relación que se ha revelado que tiene el ingeniero con la familia.
La vida de Tamara Falcó parece ser una combinación única de independencia marital y una estrecha relación con su familia. La dualidad entre su nuevo ático y la casa de su madre, según sus propias palabras, es un equilibrio que la hace sentirse completa. Aunque los detalles íntimos de su vida cotidiana puedan seguir siendo objeto de interés público, la pareja demuestra que cada hogar, sea propio o compartido, puede ser el escenario perfecto para una nueva exclusiva o habladuría en la prensa rosa.