Históricamente, el vestuario del Real Madrid siempre ha sido una pasarela de estrellas del fútbol desde los tiempos en los que Santiago Bernabéu reunió a Alfredo Di Stéfano, Raymond Kopa o ‘Pancho’ Puskas. Entonces no había guerras entre las marcas deportivas, aunque ‘La Saeta Rubia’ ya hacía sus pinitos en la publicidad anunciando medias, con aquel anuncio que tanto molestó al presidente blanco: «Si yo fuera mejor mi mujer usaría medias Berkshire». Impactante anuncio con la imagen de Di Stéfano vestido de futbolista por arriba, y en lugar de sus piernas, las de una mujer luciendo las medias que se publicitaban.
Anécdotas aparte, la temporada que viene el vestuario del Santiago Bernabéu reunirá a los iconos de las dos grandes marcas deportivas del negocio: Nike y Adidas. Por un lado, Kylian Mbappé. Por el otro, Jude Bellingham. Los dos jugadores llamados a liderar los escalafones de esta industria en los próximos años junto al noruego Erling Haaland, que ha firmado un sustancioso contrato con Nike en los últimos meses.
Mbappé, la máquina de ingresar de Nike
Al vestuario blanco llega un Mbappé que en 2019 firmó un contrato con Nike por 157 millones de euros en 10 años. Es decir, un montante de 15,7 millones anuales por vestir la marca en el césped y fuera de él. Mientras que Haaland rubricaba en 2023 un contrato por los próximos 20 años de 300 millones, lo que arroja un ingreso anual similar al de Kylian.
Sin embargo, los ingresos que genera el francés a día de hoy son mucho mayores para la marca de Oregón. La razón es sencilla, Francia es una selección que opta a todos los títulos mientras Noruega compite ocasionalmente en las fases finales de los grandes torneos. De hecho, hay un ejemplo claro de ese músculo financiero que supone la selección gala para Nike, que disparó las ventas de camisetas de la selección tras ganar el Mundial de Rusia de 2018. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) confirmó que había vendido entre enero de 2018 y el final de la primera mitad de 2019 más de un millón de camisetas del equipo francés y, por supuesto, la más demandada fue la de Kylian. Un millón de camisetas teniendo en cuenta las ventas de las zamarras con una estrella, previas a la disputa de ese Mundial, y las de dos estrellas, posteriores a la Copa del Mundo. Nike es patrocinador técnico tanto del PSG como de la FFF, por lo que ha logrado un gran retorno a su inversión vinculándolo a la imagen de Mbappé, estrella indiscutible en su club y su selección.
Bellingham, el Jordan de Adidas
En Adidas, por su parte, la explosión de Jude Bellingham en el Real Madrid ha terminado de colocar al inglés en la primera posición del escalafón de la marca alemana, que durante muchos años ha tenido a Lionel Messi como su máxima estrella. De hecho, Adidas está preparando unas botas con el logotipo exclusivo de Bellingham que reforzarán al lanzamiento de las Predator 24, producto estrella de la fábrica para este año de Eurocopa. Así, el madridista recibirá un tratamiento similar al que tuvo en su día Michael Jordan en Nike, ya que Adidas replicaría la idea del mítico logo del ‘Jumpman’ de Jordan, pero en este caso con el logo de la celebración clásica de Bellingham con los brazos abiertos. Un movimiento que en Adidas creen que disparará la dimensión publicitaria del inglés en este ámbito.
Bellingham es embajador de Adidas desde su irrupción en el Birmingham, con 16 años, y es embajador de la marca que, además, viste al Real Madrid desde hace muchas temporadas. Una simbiosis que los alemanes esperan rentabilizar en este año de Eurocopa. El Real Madrid es el club de referencia de Adidas, no solo por vestir al equipo, también por haber tenido entre sus futbolistas a algunas de las principales estrellas del equipo como Kaká, Zidane, Benzema, Kroos y ahora Bellingham.
Un dominio que ahora se ve amenazado con la llegada de Mbappé al vestuario blanco. Sin embargo, Adidas se frota las manos porque la marca ganará mucha más visibilidad con el francés celebrando los goles de los blancos con la camiseta de la marca alemana puesta. Una publicidad indirecta de la que ya se beneficia la marca creada en su día por Adi Dassler en el caso de Vinicius, otro de los iconos de la marca rival. El pulso entre Adidas y Nike se traslada el vestuario del Bernabéu, para regocijo de un Florentino Pérez que rentabilizará con su equipo de trabajo esta lucha titánica entre los dos gigantes de las marcas deportivas.