A falta de juego colectivo, buenas son las acciones individuales para definir partidos. De eso tuvo que tirar el Barça para ganar al Mallorca, de una maravilla de uno de sus jugadores más valiosos en el presente y en el futuro, Lamine Yamal. El jovencísimo delantero se sacó de la chistera un truco de magia para darle el triunfo a los suyos en un nuevo encuentro soporífero. [Así vivimos la victoria del Barça ante el Mallorca]

El partido fue un terror para verlo. Sin ritmo, sin combinaciones y con fallos groseros. Lo que viene siendo el Barcelona esta temporada en muchas ocasiones viviendo un capítulo más. Incluso hubo pitos en Montjuïc, y no es la primera vez que eso sucede.

Buscaban los de Xavi Hernández mejorar sus sensaciones de cara al definitivo partido de Champions contra el Nápoles el próximo martes, pero no consiguieron su objetivo. Más bien al contrario, alimentaron las dudas y dejaron claro que si este es su nivel real lo van a pasar mal incluso ante uno de los Nápoles más pobres de los últimos años. 


Yamal ejecuta el disparo del gol ante el Mallorca.

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Gündogan pudo cambiar el guion de la película en la primera parte, pero mandó al limbo el dudoso penalti que Iglesias Villanueva señaló tras la revisión de VAR. En un once con muchas rotaciones nada funcionó, tan sólo el chispazo de Lamine Yamal desatascó la situación y le dio tres puntos pobres pero valiosos al Barça para meter algo de presión al Real Madrid.

Un partido terrible

Una pérdida de tiempo. Los primeros 45 minutos fueron un dolor de cabeza para cualquier espectador neutral que se sentara delante de la televisión para ver el primer partido de la jornada. Montjuïc acudió a un triste espectáculo y lo peor de todo es que la historia se ha repetido ya en demasiadas ocasiones. 

El inicio del Barça fue más o menos prometedor. Los de Xavi Hernández se hicieron con la posesión del esférico y empezaron muy pronto a merodear las inmediaciones del área del Mallorca. Un disparo de Koundé lejano alimentó las esperanzas de los catalanes, pero poco a poco comenzaron a ver cómo el globo se desinflaba. 

El partido fue entrando en una fase soporífera que se prolongó durante varios minutos y que se apoderó del juego de los dos equipos. Es cierto que el Mallorca no renunciaba a ir al ataque y pisaba de vez en cuando el área del Barça, pero los dos porteros se convirtieron en meros espectadores que apenas tenían nada que decir en el partido.

Yamal, en el suelo tras una acción con un defensa del Mallorca.


Yamal, en el suelo tras una acción con un defensa del Mallorca.

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Eso sí, el VAR entró en acción para despertar a aquellos que se habían quedado un poco traspuestos en su asiento. Raphinha cayó en el área mínimamente tocado por Copete, e Iglesias Villanueva no señaló nada en un inicio. Sin embargo, el brasileño se quedó en el suelo quejándose y eso propició que desde la sala VOR entraran en acción para tener su dosis de protagonismo.

Los árbitros de la pantalla llamaron al colegiado de campo para que acudiera a ver la repetición, y la imagen fija, que seguramente no hacía justicia a la acción en movimiento, arrojó un toque de Copete a Raphinha. Cosas de fútbol moderno, aquel sutil toque se convirtió en penalti. 

Gündogan, en el momento de fallar el penalti.


Gündogan, en el momento de fallar el penalti.

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Gündogan asumió la responsabilidad, cogió el balón y ejecutó la pena máxima. Pero lo hizo mal. Enseñó mucho su lanzamiento a Rajkovic, que adivinó las intenciones del centrocampista culé y que detuvo la pena máxima. Se suele decir que penalti que no es, penalti que no entra. 

El Mallorca reaccionó a este susto porque Muriqi, con un toque de cabeza, estuvo muy cerca de encontrar portería, aunque la réplica la puso Joao Félix, de nuevo gris, con un disparo desde la frontal que se marchó por muy poco. Lo peor para el Barça de nuevo llegó en forma de lesión, porque Raphinha se tuvo que ir lesionado para dejar su lugar a Fermín.

Yamal, al rescate

Se esperaba que el descanso cambiara las cosas, pero lo cierto es que hubo más de lo mismo tras el paso por los vestuarios. Muriqi dio un gran susto con un cabezazo al larguero, pero la acción no valía porque el delantero estaba en fuera de juego en el momento de recibir el pase. 

Aquello encendió mínimamente la chispa del Barça, que también se topó con la madera, solo que esta vez todo era legal. Un mal despeje de Rajkovic dejó el balón suelto dentro del área para la llegada de Lamine Yamal. El jovencísimo jugador culé armó su pierna izquierda, pero le faltó un poco más de puntería porque el larguero repelió el chutazo.

Gündogan tuvo seguramente la más clara del encuentro otra vez, pero no tenía su día. Tras una gran pared con Marc Guiu, el delantero le dejó el balón franco en la frontal del área con todo a favor, pero Ilkay ejecutó un disparo muy flojo y centrado que no metió en apuros a Rajkovic. 

Larin, del Mallorca, se lamenta tras una acción.


Larin, del Mallorca, se lamenta tras una acción.

EFE

Xavi quiso mover el árbol y tuvo que recurrirr a Lewandowski y a Vítor Roque para darle un aire fresco al equipo. Tampoco aquello funcionó en exceso y, de hecho, tuvo que ser uno de los que ya estaban en el campo el que desatascara todo.

Lamine Yamal, de lo poco potable en el bando culé en este partido, hizo gala de su calidad individual. Se internó en el área, hizo un quiebro para quitarse a su rival de encima, armó su pierna izquierda y ejecutó un lanzamiento al palo largo que se coló por la escuadra. Imparable. Una acción brillante en medio del desierto. 

Los futbolistas del Barça agradecen al público su apoyo.


Los futbolistas del Barça agradecen al público su apoyo.

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Eso fue el resto del encuentro, la nada. El Mallorca no tuvo capacidad de reacción, como si estuviera sin un plan B para actuar en caso de ir por detrás en el marcador, y el Barça tampoco se mostró espléndido pese a tener el resultado a favor. 

El choque murió para alivio de casi todos. El Barça ya piensa en el partido del martes con el Nápoles y el Mallorca sigue con la mente puesta en la final de la Copa del Rey que jugará ante el Athletic.

FC Barcelona 1 – 0 Mallorca

Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Cubarsí, Íñigo Martínez, Cancelo; Christensen, Raphinha (Fermín, min.37), Gündogan (Romeu, min.87); Lamine Yamal, Joao Félix (Vitor Roque, min.62) y Marc Guiu (Lewandowski, min.62).

Mallorca: Rajkovic; Gío González, Nastasic, Raíllo, Copete (Radonjic, min.82), Lato (Jaume Costa, min.71); Darder (Antonio Sánchez, min.71), Samu, Morlanes (Dani Rodríguez, min.61); Larin (Abdón, min.82) y Muriqi.

Gol: 1-0: Lamine Yamal, min.73.

Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó con tarjeta amarilla al local Íñigo Martínez (min.53) y al visitante Samu (min.86).

Incidencias: Partido de la jornada 28 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante 38.225 espectadores. Antes del pitido inicial, Robert Lewandowski recibió el trofeo que la acredita como MVP de LaLiga en el mes de febrero.