Los trabajadores del parquin de la calle Luis Morote de Las Palmas de Gran Canaria cumplieron hoy su tercera noche durmiendo en su interior en camas improvisadas o en sus vehículos. El edificio, cercano a la playa de Las Canteras, se encuentra actualmente cerrado por una disputa legal entre los herederos del propietario del parquin. Son dos familias, una que residen en Gran Canaria y la otra en Galicia.
Representantes de esta última hicieron entrega el martes de documentación que obligaba a abandonar el edificio y a cambiar las cerraduras.
Desde ese momento el grupo de 10 trabajadores decidió permanecer en sus puestos de trabajo ante su incertidumbre laboral y la sorpresa de la decisión. La mayoría de ellos cumplen más de 34 años al servicio de la empresa que gestionaba la familia, que lleva en juicios con la otra parte desde el año 1999.
Una de las partes enfrentadas en el procedimiento judicial venía explotando el parquin de Luis Morote, y, tras la decisión judicial la familia que reside en la Península, constituida como Comunidad Hereditaria Domingo Martín, ha obtenido la cesión.
A esta inseguridad laboral a la que se enfrentan los trabajadores, que solo han recibido las explicaciones del que hasta ahora era su director, Juan Francisco Martín Romero, «que ha estado con nosotros desde el primer día», se le suma que los propietarios de las plazas alquiladas han ido desalojando el edificio, teniendo sus cuentas de abono al día, y sin poder hacer uso del servicio que pagan por temor a lo que pueda pasar y que no puedan sacar sus vehículos.
El Juzgado de Primera Instancia de Las Palmas de Gran Canaria decretó el pasado 21 de febrero la toma de posesión del estacionamiento por parte de los nuevos propietarios. La fecha estaba fijada para este martes, 5 de marzo, y cabía recurso, que fue presentado.
