Los informes policiales entregados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil exponen la impunidad con la que creían que vivían los principales investigados del Caso Koldo, que investiga las presuntas mordidas cobradas con contratos públicos para la compra de mascarillas. Los ‘4 mosqueteros’. Así se llamaba el grupo en WhatsApp donde el presunto conseguidor de la trama Koldo y el presidente del Zamora C.F., Víctor de Aldama, junto a otros tres investigados, Ignacio Díaz Tapia, Javier Serrano y César Moreno, mantenían conversaciones con una impunidad que llevó a sus miembros incluso a enviarse fotografías del dinero que cobraban hechas sobre una cama.
Esta fotografía se envía dentro de una conversación mantenida entre César Moreno y Javier Serrano en la que, Serrano, ante la imagen contesta: “Forrao” sin ningún tipo de vergüenza. Estas dos personas hablan posteriormente de una reunión con un ministerio y, esta vez, es Javier Serrano el que contesta con afirmaciones no solo homófobas sino que insulta a una persona por su aspecto físico, pues César le pregunta “qué tal ha ido la reunión”, a lo que Javier contesta que ha sido un éxito, que era “un gordo y un subnormal gay que “era el jefe de gabinete”, y que están convencidos de que el ministro dará el “ok”.
Las conversaciones siguen su curso y, otra vez, César Moreno vuelve a enviar fotografías de dinero en efectivo. Unas fotografías que perfectamente podrían ser de una intervención policial o de una serie americana, ya que aparece un fajo de dinero con una goma de plástico y otro metido dentro de una bolsa de plástico transparente.
Pero es que estas conversaciones han supuesto oro puro para los investigadores, ya que en ellas se certifica, a juicio policial, que la trama pagó sistemáticamente dinero en metálico a Koldo García, exasesor del ex ministro de Transportes José Luis Ábalos. Unos pagos que Koldo anotaba, tal y como hiciera el extesorero del PP Luis Bárcenas en una libreta encontrada en un registro en su casa de Polop (Alicante), y que coinciden con lo dicho por los Los ‘4 mosqueteros’ en su grupo de WhatsApp donde hablaban de unos «gastos fijos» de «K10.000«, una K que los agentes de la UCO creen que era Koldo García.
“Koldo habria recibido pagos en metálico provenientes de Aldama después de las adjudicaciones públicas investigadas. En concreto, 10.000 euros de manera periódica que tendrían su respaldo en algunas anotaciones halladas en el registro de su vivienda habitual”, una afirmación que la UCO ha podido hacer gracias al cruce de datos realizada entre la libreta de Koldo García y las conversaciones interceptadas en el grupo de los ‘4 mosqueteros’.
La familia como testaferros
Siguiendo con Koldo, el grupo, que aun todavía sin saberse investigados, ya hablaban de Koldo y su familia con iniciales y no con nombres. También hablaban de los pagos en B que presuntamente efectuaron al exasesor con palabras cuanto menos extrañas. Así, en conversación dicen, literalmente: «Podría mirar los tickets que tenemos en RD (República Dominicana). El domingo va el hermano de K, a ver qué le podemos dar”. Según los investigadores, esos ‘ticket’ serían, a su juicio, ese dinero que Koldo recibió a través de su hermano Joseba, a quien la UCO considera, como al resto de su familia como testaferros del exasesor.
Por último, y como en todo buen caso de corrupción, están los ‘regalillos’ a los acólitos. Quiénes son esos acólitos es una duda que, por el momento, la UCO no ha podido descifrar, pero lo que sí queda claro es que son de ‘morro fino’. Les gusta el jamón, pero del bueno, del muy bueno. En las conversaciones se puede leer, textualmente: “Luego cuando cobréis traerme 450 euros cada uno es vuestra aportación de los 3 jamones de joselito que ha comprado para la gente que nos cuida abrazo (sic)”.