Kylian Mbappé pasó por San Sebastián y deslumbró en Anoeta confirmando lo que ya se sabía: se trata del mejor jugador del mundo en estos momentos. Sus dos goles y un par de asistencias que dejaron solos a sus compañeros ante Remiro vencieron la resistencia txuri-urdin y metieron a un París Saint-Germain muy sobrio en los cuartos de final de la Champions.