Un juzgado de Palma condenó ayer a un hombre a un año y tres meses de cárcel por colarse dos días seguidos en casa de su pareja, de la que tenía prohibido acercarse, y golpearla en la cabeza con una figura decorativa en noviembre de 2023 en la ciudad. El segundo día, el maltratador acabó escondiéndose dentro del canapé de la cama del dormitorio de la mujer, pero, finalmente, la Policía le detuvo.
El sospechoso, que actualmente se encuentra preso, confesó ayer los cargos y se declaró autor responsable de tres delitos: uno de malos tratos en el ámbito familiar, otro de allanamiento de morada y otro de quebrantamiento de medida cautelar.
Tras reconocer los hechos y aceptar las penas solicitadas por la fiscalía, la magistrada dictó sentencia ‘in voce’ y le impuso un año y tres meses de prisión, 57 días de trabajos en beneficio de la comunidad, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la perjudicada durante un año y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas por un periodo de tres años. El fallo ya es firme, ya que las partes indicaron que no iban a recurrir.
Sentencia anterior
El acusado, que inicialmente se enfrentaba a penas de tres años de cárcel y al que le consta también otra condena anterior por un delito de quebrantamiento, era conocedor de que tenía prohibido acercarse a menos de 200 metros de su compañera sentimental, así como comunicarse con ella a través de cualquier medio, debido a una resolución judicial dictada en diciembre de 2022 por la que se acordaba una orden de protección en favor de la mujer. Pese a ello, durante la tarde del pasado 23 de noviembre de 2023, acudió al domicilio de la víctima, situado en el barrio palmesano de La Soledat, y entró en la casa gracias a un juego de llaves que aún tenía en su poder.
Una vez en el interior del inmueble, el sospechoso mantuvo una discusión con su pareja y la golpeó en la cabeza con una figura de decoración, con la intención de causarle un detrimento físico, según la versión de la fiscalía. La mujer resultó herida, si bien se negó a acudir al médico y posteriormente renunció a denunciarle y ejercer acciones penales y civiles contra él.
Acude por segunda vez a la vivienda
No contento con ello, el encausado regresó al día siguiente, pasadas las nueve y media de la mañana, al mismo domicilio. En esta ocasión, se coló en la casa tras romper la puerta. El maltratador se escondió en el interior del canapé de la cama del dormitorio de la víctima, que en esos momentos por fortuna no se encontraba en la vivienda. La Policía localizó ese mismo día al hombre y procedió a su detención. Desde entonces, permanece entre rejas.