¿Es posible imaginarse el fin de la promoción en la principal feria turística internacional, con más de 5.500 expositores de 170 países que venden las bondades de la industria de las vacaciones? No, ni aunque brille el sol en una mañana berlinesa camino de Messe Berlin, el recinto ferial de la capital alemana. Ni a semanas de que vuelva el ciclo turístico, con la celebración de Pascua a la vuelta de la esquina. Las hordas de turistas están preparadas para volver a Mallorca. Los alemanes han contratado antes sus vacaciones. Y al Govern cuando se le menta la masificación o el exceso de tráfico rodado apela a que esto va de «gestionar el éxito», como ayer mismo replicó Marga Prohens a una periodista alemana.