Los puertos asturianos destinaron unos 30.000 euros de sus fondos a adquirir mascarillas y guantes a Puertos del Estado. El material sanitario provenía, al menos en las mascarillas, del contrato a la trama del ‘caso Koldo‘. El material se distribuyó entre el personal portuario y también entre trabajadores del ámbito de los puertos asturianos, cuya labor se consideraba esencial, por lo que no fueron condenados. No obstante, no todo se utilizó: aún permanece parte del material de protección adquirido en aquellas fechas almacenado, al menos en el caso del puerto de Gijón.