Los cimientos de la coalición formada por el PP y Vox en el Ayuntamiento de València vuelven a tambalearse. La consigna voxera de dar la batalla cultural en todos los frentes sigue tensando el acuerdo de gobierno municipal. Ocurrió con la controvertida propuesta de los estanques bajo el río, algo de lo que Catalá se desvinculó inicialmente, pero que luego avaló desligándolos del sinhogarismo. Volvió a suceder con el alegato contra el «alarmismo climático» del concejal José Gosálbez en la apertura de la conferencia internacional ‘Conservación y gestión de humedales ante el cambio climático’, a lo que la alcaldesa respondió: «Somos capital verde en 2024 y no podemos negar nuestra responsabilidad y compromisos con la sostenibilidad«. Y una nueva brecha ha vuelto a aparecer hoy tras la reunión del patronato de la Fundación Valencia Activa.