La Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, abrió una inspección fiscal a Ferrovial en junio del pasado año, solo cuatro meses después de que la empresa de infraestructuras anunciase su intención de mudar su sede a Países Bajos y un mes más tarde de que esta decisión fuese refrendada por la Junta de Accionistas.