El pasado martes el Govern autorizó a Circuits de Catalunya negociar el arrendamiento del Circuit de Barcelona-Catalunya con la Fira Internacional de Barcelona. El objetivo de esta medida, tal y como apuntó La Vanguardia, es mejorar la gestión y poder habilitar las instalaciones para que se realicen congresos, conciertos y ferias además de las pruebas deportivas habituales. 

La Generalitat, máximo accionista del Circuit, acepta que la concesión sea de un máximo de 20 años y el acuerdo debe concretarse en este 2024. Los ingresos del trazado de Montmeló se concentran sobre todo en los Grandes Premios de F1 y MotoGP y ahora se encuentra en una profunda remodelación para mejorar el espectáculo y otros aspectos. Por ejemplo, se va a colocar un edificio en medio de la recta trasera y reforzar la digitalización para convertirse en sede de nuevos eventos. 

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Este movimiento también puede ayudar a que el Circuit no pierda su hueco en el calendario de F1, cuyo contrato termina en 2026 y su continuidad está en duda por la llegada de Madrid al ‘Gran Circo’. La Fira de Barcelona, una institución que está más que habituada a atraer y retener eventos, juega a favor de la retención del GP. 

Al fin y al cabo, es un movimiento que no dista mucho de lo que se ha hecho en Madrid, donde Ifema actúa como promotora del GP, que se va a disputar por primera vez en dos temporadas.