La onza de oro, el activo refugio por antonomasia en los mercados, ha alcanzado este miércoles los 2.156,70 dólares tras revalorizarse un 0,65% y bate de esta manera sus máximos anteriores del pasado 4 de diciembre, cuando tocó los 2.135 dólares. En la sesión de este martes llegó a los 2.141 dólares con un alza del 1,27% poco después de la apertura de Wall Street.
Con todo, poco después del cierre de las bolsas europeas, el metal precioso moderó sus avances al 0,7%, a 2.130 dólares la onza. En lo que va de año, el oro acumula una revalorización del 3,8% y en los últimos doce meses un 18,3%.
Los avances llegan a pesar del mensaje lanzado este miércoles por el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ante la Cámara de Representantes. Powell ha reiterado que espera que los tipos de interés comiencen a bajar este año, pero aún no está listo para decir cuándo por los riesgos persistentes que plantea la inflación. “No esperamos que sea apropiado reducir los tipos hasta que tengamos certezas de que la inflación se reduce de manera sostenible hacia el 2%”, ha apuntado.
Bancos centrales y tensiones geopolíticas
El gestor de inversiones, oro y plata de Jupiter AM, Ned Naylor-Leyland, explica que una de las principales razones de la resiliencia del oro, a pesar del elemento en contra que suponen los elevadas tipos de interés reales, es la compra masiva de oro por parte de los principales bancos centrales del mundo.
Según el experto de la gestora británica, los bancos centrales globales compraron 1.037 toneladas durante 2023, la segunda cifra más alta de la historia. Apunta, asimismo, que los flujos de lingotes también han sido particularmente fuertes en Asia a la vista de las recientes retiradas de la Bolsa de Oro de Shanghái, una manera de medir la demanda total en China, que ha alcanzado el nivel más alto desde julio de 2015.
Sin embargo, sostiene que los inversores occidentales «permanecen en gran medida al margen, como evidencia la caída de los fondos cotizados (ETF) de oro». «Creemos que la actual dinámica de flujos negativos en los ETF cambiará significativamente a favor del activo toda vez que el oro rompa de manera decisiva la cota de los 2.150 dólares la onza», pronostica.
La cotización del oro resurgió con fuerza por el regreso a primer plano del conflicto palestino-israelí, en tanto que desde el pasado 7 de octubre -día del ataque de la milicia islamista Hamás sobre territorio israelí- el metal acumula una revalorización de más del 15%.
De esta manera, impulsado por los riesgos geopolíticos y la compra masiva por parte de los bancos centrales, el oro alcanzó a principios de diciembre una nueva cota para sus registros históricos por encima de los 2.100 dólares.
Anteriormente a esa racha alcista del pasado otoño, la última vez que el oro cotizó por encima de los 2.000 dólares fue en mayo de 2023 por la tensión en el conflicto ucraniano y los coletazos derivados de la crisis de la banca regional estadounidense, así como la quiebra de Credit Suisse del pasado marzo, de tal manera que su valor alcanzó un valor de 2.063 dólares a principios de mayo.
Máximos en el bitcóin y en Wall Street
Las subidas del oro llegan en un momento de máximos históricos para los índices estadounidenses Nasdaq y S&P 500 y también para el bitcóin. La criptomoneda más conocida y negociada del mundo logró superar sus máximos históricos este martes al alcanzar el nivel de los 69.191,95 dólares.
En los últimos doce meses el incremento es del 200% y es el activo financiero que más ha subido en este periodo gracias a la promesa que ha hecho la Reserva Federal de Estados Unidos de rebajar los tipos de interés en tres ocasiones este 2024. En 2023, la principal criptodivisa terminó con un alza acumulada del 108%.
