En un estudio de alimentación controlada, los investigadores han descubierto que condimentar los alimentos con 6,5 gramos, o unas 1,3 cucharaditas, de hierbas y especias al día estaba relacionado con una menor presión arterial al cabo de cuatro semanas, según publican sus autoras en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’.
Penny Kris-Etherton, catedrática de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Evan Pugh, y Kristina Petersen, profesora adjunta de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Tecnológica de Texas, en Estados Unidos, y coinvestigadora principal del estudio durante su estancia en la Universidad Estatal de Pensilvania, resaltan que los hallazgos ofrecen a las personas una forma sencilla de ayudar a mejorar su salud cardíaca.
«Añadir hierbas y especias a la comida es una gran manera de añadir sabor sin añadir sodio, azúcar o grasas saturadas adicionales -recuerda Kris-Etherton-. Y, si vas un paso más allá y añades estos condimentos a alimentos que son realmente buenos para ti, como las frutas y las verduras, puedes obtener potencialmente aún más beneficios para la salud al consumir ese producto extra».
Según los investigadores, las enfermedades cardiometabólicas, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes de tipo 2, siguen siendo una de las principales causas de muerte y una de las formas en que los profesionales de la salud pretenden mejorar la salud del corazón es controlando y mejorando la presión arterial.
Una forma de mejorar la presión arterial es limitar el consumo de sodio, normalmente añadiendo menos sal a las comidas. Petersen apunta que, aunque desde hace tiempo se anima a la gente a condimentar sus alimentos con hierbas y especias en lugar de sal para potenciar el sabor sin añadir sodio, se sabe menos sobre si las hierbas y especias tienen beneficios propios para la salud.
Como nutricionistas, nos interesan las nuevas formas de utilizar la dieta en beneficio de la salud y, en particular, de la salud cardiovascular –explica–. Teníamos curiosidad por saber cómo podían afectar las hierbas y las especias a la salud del corazón, ya que son versátiles y pueden añadirse a muchos tipos de alimentos diferentes».
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 71 personas con factores de riesgo de enfermedad cardíaca. Cada participante consumió cada una de las dietas de especias -una baja, una moderada y una alta en hierbas y especias- en un orden aleatorio durante cuatro semanas cada una, con un descanso de dos semanas entre cada período de dieta. Se tomaron muestras de sangre de cada participante al principio del estudio y después de cada período de dieta.
Las tres dietas se basaron en una dieta media estadounidense -que refleja lo que un estadounidense típico consume en un día- pero con tres dosis diferentes de hierbas y especias añadidas. Las dietas de dosis baja, media y alta incluían aproximadamente 0,5 gramos, 3,2 gramos y 6,5 gramos de hierbas y especias, respectivamente, al día.
Las dosis incluían una mezcla de 24 hierbas y especias diferentes, que iban desde la albahaca y el tomillo hasta la canela y la cúrcuma, diseñadas para simular el modo en que las personas utilizan diferentes hierbas y especias a lo largo del día mientras cocinan.
Los investigadores descubrieron que, tras consumir la dieta que incluía una dosis alta de hierbas y especias, los participantes tenían una presión arterial sistólica más baja que tras la dieta con la dosis media. Los participantes también tenían una presión arterial diastólica más baja después de la dieta con una dosis alta de hierbas y especias que después de la dieta con una dosis baja.
Kris-Etherton reconoce que los resultados le resultaron especialmente interesantes porque las dietas del estudio no estaban diseñadas para ser específicamente saludables para el corazón, y sólo se diferenciaban de una dieta media por la cantidad de hierbas y especias añadidas.
«Creo que es realmente significativo que los participantes consumieran una dieta americana media durante todo el estudio y que, aun así, obtuviéramos estos resultados –subraya Kris-Etherton–. No disminuimos el sodio, no aumentamos las frutas y verduras, sólo añadimos hierbas y especias. Lo que nos lleva a preguntarnos que si modificamos la dieta de estas maneras cuánto mejorarían los resultados».
Las investigadores apuntan que en el futuro, estudios adicionales diseñados para incorporar hierbas y especias en un patrón dietético saludable más bajo en sal, azúcares añadidos y grasas sólidas podrían ayudar a guiar futuras recomendaciones dietéticas.