El sector del automóvil afronta un momento de subida de precios en los vehículos tanto nuevos como usados. Tanto es así que el coste de adquirir y matricular un coche supone para un valenciano desembolsar hasta 5.200 euros más que antes de la pandemia, una realidad que se está notando directamente también en los ingresos que se anotan los concesionarios de la Comunitat Valenciana. Un registro que, según los datos dados a conocer por la patronal de este sector (Faconauto), se ha disparado a doble dígito en relación al dato de 2022 en la autonomía.