Un menor de 15 años, vecino de Santa Cruz de Tenerife, se causaba lesiones en su cuerpo en base a las peticiones que le hacían algunos de sus seguidores en la red social «X», antes conocida como Twitter. El adolescente se realizaba cortes en varias partes de su anatomía, como en brazos, piernas o la espalda, por ejemplo. Y, en determinadas ocasiones, eran algunos de los observadores de tales comportamientos quienes le animaban a efectuarlas o le explicaban cómo llevarlas a cabo.
La situación ha sido divulgada por responsables del Observatorio de Delitos Informáticos de Canarias (ODIC), que, ante la llamada de un familiar del chico, no dudaron en ofrecer respaldo para tratar de poner fin a la situación, así como para intentar que la red social adopte medidas que eviten estos comportamientos entre sus usuarios.
El padre del menor explicó a El Día, de Prensa Ibérica, que tanto él como su madre desconocían lo que hacía su hijo en «X». Comentó que la familia se enteró de lo que ocurría gracias a un amigo de su hijo.
El adolescente que se realizaba autolesiones le dio su cuenta en la red social a dicho amigo. Éste contó lo que pasaba a sus progenitores y estos decidieron informar a profesores del instituto en el que estudian ambos chicos. Y el equipo directivo del centro de secundaria comunicó la situación a los padres del protagonista. El hombre consultado por EL DÍA afirma que las exhibiciones de lesiones en «X» finalizaron en noviembre del pasado año. A partir de ese momento, el menor recibe asistencia de un psicólogo.
Además, la madre y el padre estuvieron de acuerdo en acudir al Defensor del Pueblo. Una de las opciones consistió en denunciar los hechos directamente a personal de la red social. Sin embargo, el enlace que les facilitaron nunca funcionó.
Y otra medida pasó por presentar una denuncia contra «X» ante la Policía Nacional por haber permitido la divulgación de ese tipo de contenido.
Además, la familia cuenta con el apoyo de una asociación especializada en este tipo de situaciones y que colabora con varios ayuntamientos.
El progenitor atribuye el comportamiento de su hijo a un problema de ansiedad y el trabajo del profesional de la Psicología pasa supuestamente por tratar de ayudar al chico a que supere tales situaciones.
«Te destroza la vida»
El adolescente no quiere abrirse demasiado para contar a sus seres queridos por qué lo hizo ni mostrar sus lesiones a todo su entorno, sólo a muy pocas personas. El progenitor cree que lo hace «porque siente vergüenza». A juicio de dicho ciudadano, el menor pudo actuar de esa manera «como una llamada de atención para sentirse más integrado».
Es consciente de que la denuncia de la Policía Nacional «puede que se quede en nada». Pero el hecho de divulgar su caso también busca advertir a otras familias «de lo que ocurre con algunos menores y las redes sociales».
Reconoce que «uno no se imagina que se pueda llegar hasta ese punto» y que muchos padres «ignoran» lo que está pasando con sus hijos. Pero un episodio de estas características, «puede destrozar una familia y a mí lo de mi hijo me destrozó», dice.
Manifiesta que el menor de 15 años es «un estudiante excelente, de sobresalientes y notables», así como «abierto, dado con quienes le conocen y cooperador en todo».
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