La París-Niza, a la tercera etapa, y con toda la montaña por llegar, se le ha empezado a poner cuesta arriba a Primoz Roglic después de la más que discreta contrarreloj por equipos que realizó el Bora, en la primera jornada clave de la ‘carrera del sol’. El cambio de escuadra, del más listo en esta clase de disciplina a otro más discreto, contempla estas circunstancias que obligará al corredor esloveno a un esfuerzo de más si quiere conquistar el domingo la prueba francesa por segunda vez en su carrera deportiva.