El Mallorca tiene una gran oportunidad este viernes de sorprender a un Barcelona con bajas y que piensa en el partido de vuelta de la Champions ante el Nápoles del próximo martes (1-1). Nunca suele ser un buen momento para visitar al conjunto catalán, pero el calendario le ha hecho un guiño a los bermellones. Están de dulce tras su histórico pase a la final de la Copa del Rey y su triunfo ante el Girona (1-0) que deja el descenso a ocho puntos, por lo que ahora no molesta medirse a uno de los ‘grandes’.